Como dicen no hay plazo que no se cumpla y en política los plazos y términos marcan especialmente su dinámica. Pues llegó la hora del proceso electoral en el Estado de México, entidad que ha sido llamada La joya de la corona por la importancia que tiene en cuanto población, tamaño de su economía, padrón electoral y, quizás más importante todavía, por ser la tierra del presidente Peña Nieto. El Estado de México ha sido considerado en las últimas cinco elecciones presidenciales como el laboratorio electoral donde se puede presagiar el resultado del proceso electoral rumbo a la grande del siguiente año. Las especulaciones en torno a quienes serían los candidatos de los partidos a gobernar la entidad se prolongaron por más de un año y radio bemba realizó puntualmente todo tipo de elucubraciones sobre los nombres de los candidatos, con la excepción, claro está, del partido que es propiedad de Andrés Manuel López Obrador quien destapó a su elegida desde septiembre del año pasado.

El proceso de selección en el PRI fue difícil, pues se tenían que sopesar muchos factores que hacían difícil escoger al candidato idóneo en los momentos complicados que vive el gobierno de Peña Nieto. Además la caballada no estaba flaca ya que había buenos ejemplares y, casi todos, muy corridos y con buenos resultados en los hipódromos políticos en que habían participado. Al final y tras de una amplia auscultación el elegido fue Alfredo Del Mazo Maza. Hombre joven (41 años) con una buena experiencia en los asuntos del Edomex en donde ha sido secretario de Turismo y presidente municipal de Huixquilucan, entre otros cargos. En el Gobierno Federal fue director de Banobras y últimamente se desempeñaba como diputado federal en donde presidía la muy importante Comisión de Presupuesto. Para llegar a San Lázaro tuvo que ganar el difícil distrito por el que fue alcalde.

Del Mazo proviene de una familia con prosapia política del Estado, su padre y su abuelo fueron gobernadores, y es primo del presidente de la República. Este último factor no lo ayudaba y fue el obstáculo más difícil que tuvo que enfrentar para obtener la candidatura. Pero el sistema se la debía, pues en la anterior selección de candidato lo sacrificaron, y eso y los buenos resultados que traía en las encuestas hicieron que a Peña Nieto no le temblara la mano y que recibiera el apoyo de los priistas.

En el caso del PAN los azules se decidieron, tras un muy conflictivo proceso, por la candidatura de Josefina Vázquez Mota quien fue su abanderada en la última elección presidencial de 2012. Josefina perdió esa elección e hizo caer al PAN hasta el tercer lugar de la contienda electoral. Ella, como candidata, es el resultado de negociaciones en lo obscurito que tuvieron que hacer los panistas que buscan la candidatura para la presidencia en el 2018 y que eliminaron a verdaderos panistas mexiquenses como Laura Rojas, Juan Carlos Núñez y, sobre todo, José Luis Durán Reveles y al exsenador Ulises Ramírez. Los partidarios de Ulises impugnaron la candidatura de Josefina por no haber utilizado el método ordinario de elección de candidatos del PAN que de conformidad con los estatutos blanquiazules es el de votación abierta a los militantes y no fue sino hasta momentos antes de que protestara como candidata Josefina que los azules “convencieran” a los inconformes y estos desecharan la impugnación.

Vázquez Mota no ha realizado actividad política en el Edomex ni es nativa de la entidad; su único arraigo con el estado es la casa en que vive desde hace algunos años en el fraccionamiento La Herradura del municipio de Huixquilucan. Tiene, eso sí, vasta experiencia en la política ya que ha sido en dos ocasiones diputada federal plurinominal y, en una de ellas, líder de la bancada panista. También ha sido secretaria de Desarrollo Social y de Educación en los gobiernos de Vicente Fox y de Felipe Calderón. Josefina es originaria del Estado de Puebla, es economista con maestría del IPADE, está casada con 3 hijas y acaba de cumplir 56 años.

La candidatura de Morena para gobernadora del Edomex fue democráticamente decidida por el propietario de ese partido, AMLO, quien desde hace varios meses la placeo por todo el territorio mexiquense y “convenció” a todos sus militantes de sus muchos atributos y de la conveniencia de postularla. La elegida se llama Delfina Gómez y tiene lo suyo. Ella sí tiene arraigo mexiquense pues nació en Texcoco hace 54 años. Es licenciada en Educación Básica con título de la Universidad Pedagógica Nacional, ha ejercido su profesión de maestra en muchos lugares y ostenta varios cursos de especialización. El Peje la conoció y lo entusiasmó para apoyarla en la política, por lo que en el 2012 la hizo candidata a presidenta municipal de Texcoco. Delfina sorprendió a propios y extraños al derrotar al candidato priista Manuel Cadena Morales quien es un político de gran arraigo y muy popular en su tierra. Antes de concluir su gestión, Delfina, se postuló para contender a la diputación federal del 38 distrito del Edomex y ganó, aunque no sin problemas. En la Cámara se desempeñó como secretaria de la Comisión de Fortalecimiento al Federalismo en forma aceptable. Es reconocida como educadora pero todo su poder, hasta de decisión, radica en el tabasqueño.

Por lo que hace al Partido de la Revolución Democrática, la situación no es muy prometedora ya que las tribus no han logrado ponerse de acuerdo en este y en otros muchos temas que mantienen a los amarillos totalmente divididos. Al principio se veían posibilidades de llegar a una alianza con el PAN, pero se impuso la razón ya que los azules hubieran llevado mano en la designación del candidato. Después se les echó para atrás Alejandro Encinas, aunque no hubo mucho esfuerzo por convencerlo. Y como el pleito interno está en su apogeo, decidieron cancelar el proceso interno para que la candidatura se defina por medio de encuestas y evitar imposiciones. La corriente de los Chuchos que apoya a Javier Salinas y otras tribus, están pidiendo la cabeza de la presidenta nacional Alejandra Barrales, pero se ve difícil que lo logren pues andan muy devaluados. Pronto se verá el desenlace de esta tragicomedia, pero no se cree que lo logren con armonía y postularán a alguien sin unidad total y eso pone de buenas al verdadero candidato de Morena.

Los tres partidos realizaron sus actos de protesta de candidatos en sus mejores plazas. El PRI escogió Ecatepec para llevar al cabo la convención que ratificó a Alfredo Del Mazo como su precandidato único al gobierno del Estado. En la tierra del gobernador actual, Eruviel Ávila, los priistas echaron la casa por la ventana y con la participación de más de 25 mil partidarios demostraron su fuerza y su organización para realizar eventos de este tipo. Del Mazo aprovechó la ocasión para decir que “los mexiquenses ni queremos ni merecemos populistas faltos de carácter y de ideas propias y tampoco merecemos personas frívolas e improvisadas que solo quieren el poder por el poder” ¡ZAS! Los panistas no pudieron encontrar mejor lugar para favorecer a Josefina que la neutralidad de Toluca, ya que no se arriesgaron a realizar su evento en la zona tradicionalmente reconocida como el corredor blanquiazul (Naucalpan, Tlalnepantla, Atizapán etc.) por temor a que don Ulises los dejara colgados de la brocha y no los apoyara (el miedo no anda en burro). Además tuvieron la precaución de hacerlo en un lugar cerrado y pequeño (el salón de banquetes de un lujoso hotel) , ya que está fresco el recuerdo que Josefina guarda del lanzamiento de su campaña presidencial en el Estadio del Cruz Azul que estaba parcialmente vacío.

Vazquez Mota con el apoyo del presidente de su partido, Ricardo Anaya logró convocar a las grandes figuras panistas. Ahí estuvieron Felipe de Jesús Calderón y su Margarita Zavala (con su eterna y fingida sonrisa), Diego Fernández de Ceballos, Santiago Creel, Marco Antonio Adame, Carlos Medina, los coordinadores de las bancadas panistas en el Senado y en la Cámara de Diputados y los gobernadores azules de Guanajuato, Querétaro, Baja California Sur y Veracruz, es decir la crème de la crème del partido del bien común. Doña Josefina se animó y denostó todo lo que pudo al PRI y les dio a donde más les dolía cuando dijo que “no aceptaremos que nos sigan trayendo aquí a sus nietos, a sus hijos y hoy menos a sus primos”¡UFF!. Hizo un llamado a la unidad y a la militancia, pero también prometió echar al PRI del estado “ no venimos a preguntarles si se quieren ir. Los vamos a echar”. Aunque no lo mencionó por su nombre atacó duramente al gobernador Eruviel Ávila. Antes había hablado Ricardo Anaya, que se sacrificó y no fue durante el fin de semana a visitar su casa de Atlanta, en términos similares arremetió contra el tricolor y los gobiernos local y federal. Dijo Anaya “ Estos señores del grupo Atlacomulco no tienen vergüenza. Son los mismos que tienen al país de cabeza y pretenden gobernar al Estado De México”

Por falta de espacio omitiremos lo que ocurrió en Texcoco con doña Delfina y sus demócratas, pero me dicen que no hay mucho que agregar a lo que siempre dice el tabasqueño contra la “mafia en el poder». Las campañas de los candidatos prometen estar muy picosas y habrá mucho que comentar de ellas.