El crecimiento de la economía china se aceleró en 2017 por primera vez en siete años. El Producto Interno Bruto aumentó 6,9% respecto a 2016, que había mostrado el incremento más bajo en más de un cuarto de siglo.

La Oficina Nacional de Estadísticas informó también un crecimiento del 6,8% en el último trimestre, pese a una gran campaña contra la contaminación que obligó a las fábricas del norte del país a cerrar o a reducir su producción.

El incremento anual se explica principalmente por las nuevas infraestructuras, las inversiones en el sector inmobiliario y la mejoría de la demanda internacional. Sin embargo, continúa bajo la amenaza de la deuda del país, que supera el 250% del PIB.

Aunque existen dudas sobre su fiabilidad, la cifra del Producto Interno Bruto chino es clave porque su economía representa un tercio del crecimiento mundial.