La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este martes la reforma de impuestos propuesta por el gobierno de Donald Trump, que queda a la espera de su voto en el Senado.

«Es un buen día para Estados Unidos, un buen día para los trabajadores», dijo el presidente de la Cámara, el republicano Paul Ryan. La reforma fue aprobada con 227 votos a favor y 203 en contra. En la bancada republicana hubieron sólo 12 congresistas que no respaldaron la legislación.

Esta reforma es el primer gran triunfo legislativo del Partido Republicano bajo el mandato de Trump. Los críticos alegan que el paquete de medidas aumentará el déficit y que es una concesión a los millonarios.

Pero los republicanos aseguran que los recortes de impuestos a las corporaciones, las medianas empresas y los individuos darán un impulso al crecimiento económico del país.

La legislación, descrita por el presidente Trump como un «regalo de Navidad» al país, recorta de forma permanente la tasa impositiva de las corporaciones del 35% al 21%. Reduce la tasa fiscal que pagan los estadounidenses con más dinero y otorga reducciones más modestas en el resto de franjas de ingresos.

La reforma añadirá unos $1.4 billones de dólares a la deuda nacional de $20 billones de dólares en el curso de diez años, según afirma el Comité Conjunto de Impuestos.

El Partido Republicano, que cuenta con mayoría en la Cámara de Representantes y en el Senado, recibe esta legislación como un gran triunfo, después de fracasar en sus intentos de revocar y reemplazar la ley de salud conocida como Obamacare.

Con la vista puesta en las elecciones de mitad de término de noviembre de 2018, el Partido Demócrata dice que el paquete fiscal aumentará todavía más la brecha de ingresos entre ricos y pobres en Estados Unidos.

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