El ingeniero arquitecto Juan Duay Huerta, que con una licencia vencida como Director Responsable de Obra (DRO) autorizó la construcción del edificio Residencial San José, ubicado en Zapata 56, el cual se colapsó por el terremoto del 19 de septiembre, fue también el DRO que vigiló la construcción del Tec de Monterrey, campus Ciudad de México, que también sufrió daños.

De acuerdo con documentación dada a conocer por la delegación Tlalpan, a través de su página de internet, durante los años 1990, 1992, 1993 y 1994, Duay Huerta firmó como DRO y como corresponsable en diseño urbano y arquitectónico (C/DUyA).

En los documentos públicos de esos años aparecen cuatro licencias de construcción, que incluyen la licencia de uso de suelo del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, campus Ciudad de México.

En el primero, fechado el 9 de enero de 1990, se especifica que el uso de suelo para la construcción se destinaría a edificar 7,675.35 metros cuadrados, que incluyen un estacionamiento y aulas en cuatro niveles.

En 1992 se otorgó otra licencia de construcción para 972 metros cuadrados, destinados a un archivo. Con fechas del 10 de junio de 1993 y 14 de abril de 1994 se obtivieron otras licencias para la ampliación auditorios y circulaciones, así como cuatro niveles más de “oficinas y circulaciones”.

De acuerdo con Leonardo Serrano, ingeniero industrial y de sistemas, egresado del Tecnológico de Monterrey, el periodo en el que Duay Huerta fue DRO, es el mismo en el que se construyeron los puentes que colapsaron con el terremoto de 7.1 grados.

“Los edificios más dañados son los construidos entre 1990 y 1994… se necesitaba una infraestructura para poder dar servicios de manera muy rápida, entonces se levantaron edificios en menos de 16 semanas”, dijo en entrevista el egresado del Tec en 1995.

Serrano destacó que durante su estancia en la institución en la década de los 90 fue testigo de la construcción del edificio rojo, conocido como Aulas 1, el cual (de acuerdo con Leonardo) desde su primer año presentó un hundimiento, que se reflejó en las puertas del cuarto piso, las cuales no encajaban en su marco. Tiempo después se edificó el amarillo, o Aulas 2, que, en el tercer piso, presentó cuarteaduras y desprendimiento de yeso.

“Las dos secciones del edificio amarillo se edificaron en sólo 16 semanas, y al mismo ritmo el edificio de oficinas 2 y 3; de forma más lenta la cafetería que se une con el edificio de oficinas 3”, explicó al recordar que fueron esos edificios los que estaban conectados por los puentes que colapsaron.

Con información de El Financiero.

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