Mientras Donald Trump sigue su mandato como presidente de Estados Unidos, la Casa Blanca continúa llenándose de «trapos sucios». Esta vez se trata de la creciente discordia entre el mandatario y su secretario de Estado, Rex Tilleson.

Según la cadena NBC, Tillerson estuvo cerca de renunciar a su cargo en julio pasado tras tener diferencias con el presidente y que, aunque al final se quedó, la relación entre los dos se mantiene en gran tensión.

Previamente a dicha discusión en julio, se supo que el secretario de Estado se llegó a referir a Trump como «idiota», mientras sostuvieron una reunión de alto nivel en el Pentágono junto con miembros del gabinete y parte del equipo de Seguridad Nacional.

Sin embargo, no se sabe si el mandatario se enteró de tal calificativo, pero sí que el vicepresidente Mike Pence fue quien medió la situación junto a otros oficiales para calmar a Tillerson.

Se dice que estos funcionarios le pidieron al secretario que se mantuviera en el caro cuando menos hasta terminar el año, debido a que en esos momentos el gobierno estaba sufriendo a causa de muchas renuncias y despidos.

Además, según NBC, Pence aconsejó a Tillerson de arreglar sus diferencias con Trump en privado, lo que dicen fue crucial para que la crisis disminuyera.

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