El estado de Texas tiene programado para el próximo 8 de noviembre la ejecución mediante inyección letal del mexicano Rubén Ramírez Cárdenas, condenado a la pena capital por la violación y homicidio de su prima adolescente, ocurrido en febrero de 1997 en Edinburg, al sur de la entidad.

Ramírez Cárdenas, de 47 años, se convertiría en el undécimo mexicano en ser ejecutado en Estados Unidos y en el décimo en Texas, desde que este país restauró la aplicación de la pena de muerte en 1976.

En abril de 2016, la Corte Federal de Apelaciones del Quinto Circuito, en Nueva Orleans, rechazó atender un recurso del mexicano, en el que pedía revisar su caso argumentando violaciones a sus garantías al no haber sido notificado de que tenía el derecho a la asesoría del consulado de su país tras su detención en 1997.

Cárdenas fue declarado culpable y sentenciado en julio de 1998 a la pena capital por la violación y muerte de su prima Mayra Laguna, de 16 años, el 22 de febrero de 1997. Ese día, los padres de la menor reportaron la desaparición de su hija a las autoridades, y en el curso de la investigación, Ramírez Cárdenas se presentó voluntariamente a declarar.

Durante más de 10 horas, Rubén fue interrogado sobre la desaparición de Mayra por nueve diferentes agentes de la Policía y del Departamento del Sheriff del Condado de Hidalgo. Sin embargo, en ningún momento le informaron su derecho a recibir asesoría del personal del Consulado de México, tal como establecen los acuerdos consulares de la Convención de Viena.

Posteriormente, el señalado dio una declaración a las autoridades en la que admitió que había matado a su prima y condujo a la policía al lugar en el que violó a la víctima y depositó su cuerpo.

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