Siguen surgiendo irregularidades en torno al colegio Enrique Rébsamen que se derrumbó el pasado 19 de septiembre tras el terremoto. Resulta que padres de los estudiantes pagaron en conjunto 130 mil 400 pesos a la escuela porque aseguraran a todos los alumnos con 10 seguros, pero dicha institución sólo contrató un par de pólizas por 13 mil 652 pesos.

Según los papás, la administradora, Elsa Pichardo Velaustique, les dio a firmar un documento que redactó la escuela y que ella guardó para que 400 de los siete mil pesos que en promedio pagaron por inscripción fueran destinados al seguro contra accidentes escolares.

Todas las inscripciones se pagaron en efectivo y en las oficinas del plantel. Incluso las maestras recogieron el recibo en la entrada del plantel el primer día de clases para que los alumnos pudieran ingresar a la escuela.

El pago por la inscripción de todos los menores fue cubierto antes del 21 de agosto, cuando arranca el ciclo escolar, pero hasta tres semanas después, el 12 de septiembre y a pocos días de la impredecible tragedia, fue cuando se contrató a un par de seguros con Inbursa.

El colegio Rébsamen hizo dos pagos, el primero por ocho mil 616.50 pesos (póliza 1930130124954), cubriendo a 214 alumnos de preprimaria y primaria. El segundo fue de cinco mil 035.52 pesos (póliza 1930130124945) para 112 de secundaria. En los dos documentos se cubrió por muerte accidental sólo a los mayores de 12 años por 20 mil pesos.

Los 326 alumnos con estas pólizas tenían derecho a recibir diez mil pesos por accidente o pérdidas orgánicas.

La mayoría de los 19 papás que por desgracia recogieron a sus hijos sin vida el día del terremoto, consideraron el monto de indemnización como una burla y no se han acercado a la aseguradora. Además, se quejaron de que ninguna autoridad del colegio les brindó asesoría sobre los seguros.

Fue hasta el 25 de septiembre, a través de WhatsApp de otros papás y maestros, que supieron de las condiciones del seguro colectivo. Además, Inbursa accedió pagar los 20 mil pesos de indemnización por niño fallecido sin importar la edad.

Hasta el día de hoy la directora y dueña del colegio, Mónica García Villegas, sigue sin dar la cara.

Además, los padres que hospitalizaron a los menores por los efectos en sus hijos de inhalar gas y polvo por el colapso de la estructura también consideraron “ridículos” los diez mil pesos con los que se les pretende indemnizar pues algunos casos ameritan tratamiento por varios meses.

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