RÍO DE JANEIRO, Brasil.- Autoridades brasileñas trabajan este sábado para despejar los restos de autobuses incendiados, barricadas y basura que fue arrojada en calles durante la huelga general que en la víspera desató violentos choques entre manifestantes y la policía.

En Rio de Janeiro, las autoridades retiraban los esqueletos calcinados de los ocho autobuses que fueron quemados y quitaban vidrios y destrozos de material urbano que quedaron regados por las calles.

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Las manifestaciones en rechazo a una reforma que busca extender la edad mínima para jubilarse y flexibilizar los contratos de trabajo tuvieron su punto culminante durante el atardecer y la noche.

En Sao Paulo, miles de personas marcharon hacia la residencia del presidente conservador Michel Temer y fueron reprimidos con gases y granadas de estruendo al intentar superar el cordón policial que protegía la zona.

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Durante la madrugada se produjo un incendio en el teatro municipal, ya controlado. Un empleado de esa sala relató que el fuego podría estar relacionado con los objetos lanzados por activistas radicales.

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Hasta a tarde del viernes, 21 personas habían sido detenidas en la capital económica del país. La huelga general fue la primera que se realiza en Brasil en más de 20 años.

Con información de AFP.