CIUDAD DE MÉXICO, México.- La elección de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos y la política comercial que adoptó, sugiere que la magnitud de los riesgos para las empresas mexicanas en 2017 pueda generar desconcierto, de acuerdo a un reporte de Moody’s Investors Service.
Desde luego que influye el menor crecimiento económico, la debilidad del peso, una creciente inflación como el aumento de las tasas de interés y una relación incierta -hasta ahora- con Estados Unidos.
La magnitud de los riesgos para las firmas dependerá mayormente de la medida en que el nuevo Gobierno de Estados Unidos busque adoptar las políticas comerciales que el presidente electo Donald Trump prometió en su campaña, tales como la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la imposición de aranceles de importación.
“Cualquier cambio en el TLCAN probablemente perjudicará a los exportadores mexicanos y las remesas que envían los migrantes a México también pueden disminuir bajo el nuevo Gobierno de Estados Unidos”, dijo Nymia Almeida, vicepresidenta y ejecutiva sénior de Crédito de Moody’s.
La caída del peso mexicano frente al dólar ha aumentado los precios de las importaciones tanto de materias primas como de equipo, lo que ha incrementado los costos operativos y de gastos de capital de las empresas, agregó el reporte.
Empresas de petróleo y gas y algunas de consumo están entre las que sentirán el impacto del tipo de cambio volátil.
Sin embargo, las firmas orientadas al consumidor que obtienen una gran parte de sus ingresos fuera de México, incluyendo Grupo Bimbo y Sigma Alimentos, estarían mejor posicionadas para soportar el consumo reducido en el hogar y la volatilidad cambiaria, dijo Moodys.