BARCELONA, ESPAÑA.- Nunca hay que decir nunca. Los críticos de Luis Enrique, ya lo «daban por muerto» tras el 4-0 que el París Saint Germain, le había clavado al Barcelona en la Liga de Campeones. Pero el estratega, tenía un «as bajo la manga», y tras la milagrosa remontada de 6-1, ha marcado su última etapa con una hazaña de leyenda.
Destaquemos, que esto de la remontada, en España normalmente tienen al Real Madrid como protagonista, pero ahora el Barcelona con méritos propios, tiene la suya.
Atacado sin piedad tras la debacle en la ida (4-0), el técnico es ahora el blanco de todos los elogios: ¿acaso no había profetizado el martes que su equipo marcaría seis goles? Lo que se interpretó como arrogancia, era «fe», aseguraba el miércoles el entrenador asturiano, de 46 años.
Luis Enrique no escondió su alegría en el momento del gol salvador de Sergi Roberto, que había entrado poco antes en el terreno de juego: Luis Enrique saltó al césped, apretando los puños y lanzándose a la hierba de rodillas.
Tras la derrota del pasado 14 de febrero en el Parque de los Príncipes en París, hasta la hazaña del 8 de marzo, el desempeño de Luis Enrique es digo de elogio. Encontró soluciones tácticas para reactivar su equipo con un atrevido 3-4-3 y, sobre todo, eligió el buen momento para anunciar su marcha del equipo al final de la temporada.
Tras conquistar ocho títulos de diez posibles y con la posibilidad de conseguir otros tres, Luis Enrique se irá en junio, víctima del desgaste, pero se irá con el recuerdo de una noche histórica. Y ya está en cuartos de final de la Champions por décima vez consecutiva, todo un récord, sin embargo tal vez se le recuerde más, por orquestar el planteamiento táctico de una de las mayores gestas en la historia del futbol.
Ya en su primera temporada en 2014-2015, Luis Enrique ganó un triplete Liga-Copa-Liga de Campeones, que puede volver a repetir en su última campaña: líder de la Liga y finalista de la Copa, con su hazaña del miércoles también sigue vivo en la Champions.
Ante todo esto, es difícil no pensar que tras salir del infierno, el Barcelona va a hacer todo lo posible para llegar al paraíso en primavera.
jcrh