MÉXICO.- El ausentismo y la inactividad, son características que privan en la Cámara de Diputados. Un estudio señala que en promedio acuden a cada sesión 130 de 500 representantes populares.
Tanto el quórum inicial para el arranque de las sesiones, como los registros en el tablero electrónico de votaciones, apenas conforman un total de 370 asistentes en cada votación. A nivel individual, uno de cada siete legisladores, justifica por lo menos 10 faltas o más al año.
Pero la situación no es mejor con aquellos que se presentan a las sesiones. De los 500 que hay registrados, 82 no han presentado una sola iniciativa, en los casi 20 meses que tiene de conformada la LXIII Legislatura.
Por partidos políticos, la inactividad o carencia de iniciativas es como sigue: 57 legisladores del PRI no se han destacado por sus iniciativas; 12 del PAN; 7 del PVEM; 6 del PRD, y hasta ese día por la mañana uno de Nueva Alianza, que después presentó su primera iniciativa.
En términos generales, se puede decir que la Cámara de Diputados es cara, opaca y sobre todo ineficiente. Al día de hoy, ponerla en actividad cuesta 7 mil 600 millones de pesos, con 660 iniciativas que se encuentran en «la congeladora».
Hay que destacar que el Congreso de la Unión sólo trabaja 7 meses al año y 5 meses están en “receso legislativo”, ya que no hay sesiones, a menos que los partidos acuerden –con temas ya pactados y con dictamen en mano– periodos extraordinarios en ambas cámaras. Sin importar esta clara falta de productividad, todos los legisladores gozan a cabalidad de sus salarios, seguros y todo tipo de prestaciones, los 365 días del año.
No olvidemos que en los últimos meses, se han asignado un total de 161 millones de pesos en seguros de vida y gastos médicos mayores, además que han resultado «inmunes» a los llamados gasolinazos, al asignarse 9 millones para el pago de vales de gasolina.
jcrh