MADRID.- María Corral -exdirectora del Museo Reina Sofía-, junto con Catalina Lozano y Lorena Martínez han puesto su mejor esfuerzo para considerar este año ARCO, Diálogos,un espejo de la «enorme riqueza», la creación internacional en el siglo XXI.
Pintura, mucho video, fotografías, tapices, telas de araña, dibujos, murales o esculturas con pelos imposibles, todo esto ser puede ver en la nueva sección de ARCO. Es una área que tiene como objetivo reflejar las diferentes maneras de concebir el arte entre creadores de diferentes generaciones, nacionalidades y estilos.
Diálogos está construida en torno a once galerías y en cada una de ellas se puede ver el trabajo de dos artistas con obras que, en algunos casos, están hechas expresamente para esta edición de ARCO, en la que Argentina es la invitada de honor.
«Hemos hecho una gran labor con las galerías, porque esta es una feria de galerías, pero se trata de galerías que han estado siempre muy implicadas con sus artistas. Y hay galerías mexicanas, de Berlín, Bruselas, México, San Paulo, Zúrich, Nueva York…», precisa la comisaria.
Una sección formada mediante miradas oblicuas y que confluyen en un mismo punto, como es el caso de la galería de Zúrich Peter Kilchmann, cuyo mural con las mujeres desaparecidas en Ciudad Juárez (México), de la artista Teresa Margolles, dialoga o se completa con los dibujos en la pared del argentino Jorge Macchi.
El visitante tiene que levantar una hoja o rasgar el velo para saber lo que hay debajo, que son la continuación en dibujos de la hoja que los tapa. Dos miradas, una más social y la otra más sutil o poética que intentan lo mismo: golpear y mover sensaciones y emociones al espectador.
Junto a esta galería, la impresionante escultura del arquitecto y «performancer» argentino Tomás Saraceno, en conversación con la joven, también argentina, Analia Saban. Ambos trabajan en Nueva York, en la galería Tanya Bonakdar.
Mientras uno de los pintores argentinos más importantes de los años 50 Julio Le Parc dialoga con el joven pintor panameño Eduardo Navarro en la galería Nara Roesler de Sao Paulo.
Con procedencia de trece países de América y Europa, la sección expone artistas emergentes con propuestas muy atractivas, que son también las más buscadas por los coleccionistas latinoamericanos, españoles y portugueses, como recordaba el director de ARCO, Carlos Urroz.
Entre ellas destaca la galería madrileña Alegría, con esculturas múltiples y pequeñas de madera en una alacena que recuerdan a Oteiza; pero también muchas instalaciones o proyecciones de cine como propone la artista Von Calhau, cuadros en vídeo o la obra de Mercedes Azpilicueta que reflexiona sobre la coreografía, el espacio y la intimidad de los cuerpos.
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