Justo sino viviéramos en México una crisis económica, no tendríamos que estar sorteando un momento de incertidumbre con nuestros vecinos del norte y parece que con todos quienes ya se están aliando con el nuevo Gobierno de Estados Unidos.
Es cierto e innegable que Donald Trump está cambiando las reglas visibles y las que no son tan públicas, sobre la relación económica, migratoria y hasta de control a la delincuencia organizada entre México y Estados Unidos, pero si en este nuestro país, tuviéramos por lo menos certeza económica, no se viviría de manera masiva el flagelo y sus consecuencias negativas de expulsar a tantos connacionales a Estados Unidos e incluso a otras naciones.
La frase “un día sin mexicanos” en Estados Unidos, resume lo importante que es; no sólo el trabajo de ellos sino incluso su capital como inversionistas y consumidores en la economía estadounidense, al grado que dicho enunciado y su contenido ha llevado a escribir varios guiones literarios o de cine, como la conocida película “Un día sin mexicanos” del director Sergio Arau que reseña como desaparecen los latinos por cuestiones misteriosas más que políticas, pero que refleja la parálisis del estado de California y cómo este hecho influye en el cambio de las políticas antiinmigrantes en positivo para los mexicanos y otros extranjeros aún indocumentados.
En Wisconsin en la era Trump, por un día los mexicanos y más de sus aliados, demostraron por un día lo que sucedería si todos ellos no estuvieran más en esa ciudad: una parálisis casi total de las actividades.
Si se parte de lo anterior y de las demandas al respeto sobre todo de los derechos humanos y del cumplimiento de los gobiernos en México para sus gobernados de los derechos constitucionales; los mexicanos deberíamos demandar respeto tal vez por la misma vía que lo hicieron en Wisconsin.
El presidente Enrique Peña Nieto se arriesga mucho en señalar que nos defenderá a los mexicanos “con cuerpo y alma”, porque hasta ahora aquí mismo en nuestro territorio poco ha hecho por la mayoría de mexicanos, pero ahora dice lo hará ante las amenazas de Trump y por cierto ya se está tardando.
Qué tal si en lugar de marchas pro y anti, hacemos algo para que de verdad Peña Nieto tenga la oportunidad de defendernos con “cuerpo y alma”, sí o sí.
¿Qué tal un día sin mexicanos en nuestro México? Para demostrar la valía de nuestro trabajo y de nuestro consumo que el Gobierno usa para justificar su trabajo vía cifras institucionales.
Acta Divina… “Defenderé en cuerpo y alma los derechos de los mexicanos”: Enrique Peña Nieto presidente de México.
Para advertir… ¿Por qué el titular de la Secretaría del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida no sale ni a declarar sobre las cifras de empleo?