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Alejo Carpentier y aspectos de la música cubana

Alejo Carpentier y aspectos de la música cubana

CIUDAD DE MÉXICO.- El libro «Temas de la lira y del bongó» ofrece una selección de aproximadamente 80 artículos, ensayos, cartas y crónicas sobre diferentes aspectos de la música cubana, del escritor cubano Alejo Carpentier ()La Habana, 1904-París, 1980) ya está en librerías del país.

Las colaboraciones para la revista «Carteles» en las que Carpentier reseña la presencia de músicos cubanos en Europa, sobre conciertos, y finalmente, sobre los músicos cubanos destacados, este material publicado por el Fondo de Cultura Económica se agrupa en cuatro ejes, textos en los que trata temas musicológicos e históricos de aspectos particulares de la música cubana.

Ofrece un panorama de la música en la isla; tiene sus raíces en la infancia del autor, hijo de Jorge Julián Carpentier, arquitecto francés y la rusa Lina Valmont, llegados a la isla en los albores del siglo XX, cuando Cuba comenzaba su vida independiente tras separarse de España (1898) luego de la derrota de ésta en la guerra hispano-norteamericana.



Fue considerado aún en vida uno de los grandes escritores de lengua castellana. Su obra narrativa, que comprende ocho cuentos y nueve novelas, se adelantó al llamado “boom” de la narrativa latinoamericana, y de hecho, marcó las pautas fundamentales que habrían de caracterizar ese importante movimiento de la narración literaria.

Alejo Carpentier, muy probablemente fue quien por primera vez presentó ante el mundo la realidad del continente, su historia, su arte, sus mitos, sus héroes militares y civiles, su sabiduría colectiva y más, con una valoración universal, hasta ponerla al mismo nivel de las grandes y antiguas culturas del mundo. Aunque sus padres eran de origen europeo, su formación tuvo siempre una orientación hispanoamericana, al mismo tiempo que universal. El padre conocía perfectamente bien el castellano y tenía enorme admiración por la literatura española, en cuyo conocimiento inició desde muy temprano a su hijo.

La madre, quien había realizado estudios incompletos de medicina en Suiza, era también una persona sensible y culta, amante de la música, profesora de lengua rusa y tocaba el piano con bastante destreza. Ella lo inició en el conocimiento y el amor a la buena música. Así, su formación fue en un hogar culto.

Pero como al mismo tiempo, y por razones de salud, parte de su infancia la pasó en el campo, en una pequeña finca familiar cerca de La Habana en un ambiente más saludable que aliviaba los ataques de asma que lo aquejaron desde niño: se formó también en contacto con jóvenes de su edad, hijos de campesinos.



Eso hizo posible que en su espíritu se produjera tempranamente un sincretismo cultural entre lo criollo y lo europeo-universal, que años después se proyectó en su obra de una manera característica y determinante. El libro “Temas de la lira y del bongó” es un claro ejemplo de esa formación musical con que creció.

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Internacional papa francisco Papa León XIV vaticano

Robert Francis Prevost, un moderado estadounidense con fuertes lazos con Perú

AFP

Por: AFP

hace 2 meses

Robert Francis Prevost, un moderado estadounidense con fuertes lazos con Perú

Robert Francis Prevost llegó a Perú por primera vez como joven misionero agustino y años después partió desde el país andino como obispo rumbo al Vaticano, donde este jueves se convirtió en el primer papa estadounidense, con el nombre de León XIV.

Prevost, de 69 años y que también tiene nacionalidad peruana, llega al trono de San Pedro con una reputación de moderado, crucial en un momento en que la Iglesia aparece muy dividida.

Desde el balcón de la basílica de San Pedro del Vaticano, el nuevo papa instó a «construir puentes» a través del «diálogo», avanzando «sin miedo, unidos, dando la mano a Dios y dándonosla entre nosotros».

«Dios nos ama, Dios os ama a todos, y el mal no prevalecerá», afirmó en su primer discurso, en el que trató de unir y tranquilizar ante un mundo asolado por las guerras.

«Mucho por hacer»

Prevost ha pasado un tercio de su vida en Estados Unidos. El resto entre Europa y América Latina, una de las periferias del mundo de donde también era el argentino Jorge Mario Bergoglio.

El diario italiano La Repubblica lo llamó «el menos estadounidense de los estadounidenses» por la moderación de sus palabras.

La idea de un papa norteamericano estuvo por siglos descartada en Roma, ya fuera por la distancia –estaban tan lejos que normalmente llegaban tarde a los cónclaves– o por decisiones geopolíticas.

Según el sitio especializado Crux, tener un pontífice de la primera potencia mundial hacía temer además que la CIA pudiera meter sus manos en la Iglesia.

Arzobispo emérito de Chiclayo, a unos 750 km al norte de Lima, Prevost obtuvo la nacionalidad peruana en 2015.

Dejó Perú para sumarse al gobierno vaticano, donde dirigió el importante dicasterio para los Obispos, que tiene la destacada función de aconsejar al papa sobre los nombramientos de los jerarcas de la Iglesia.

Tras la muerte de Francisco, Prevost dijo que aún quedaba «mucho por hacer» en la transformación de la Iglesia.

«No podemos parar, no podemos retroceder. Tenemos que ver cómo el Espíritu Santo quiere que la Iglesia sea hoy y mañana, porque el mundo de hoy, en el que vive la Iglesia, no es el mismo que el mundo de hace 10 o 20 años», dijo el mes pasado a Vatican News.

«El mensaje siempre es el mismo: proclamar a Jesucristo, proclamar el Evangelio, pero la manera de llegar a las personas de hoy, los jóvenes, los pobres, los políticos, es diferente», añadió.

Misionero en Perú

Fue uno de los cardenales más cercanos a Francisco, cuyo pontificado generó resistencias dentro de los sectores más conservadores.

Pero al mismo tiempo, su sólida formación en Derecho Canónico tranquiliza en estos círculos que buscan un enfoque más centrado en la Teología.

Prevost nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago y asistió a un seminario menor de la Orden de San Agustín en San Luis como novicio antes de graduarse en Matemáticas en Filadelfia.

Políglota, estudió Derecho Canónico en Roma, donde también obtuvo un doctorado.

Se unió a los agustinos en Perú en 1985 para la primera de sus misiones en el país andino.

Al regresar a Chicago en 1999, fue nombrado prior provincial de los agustinos en esa región estadounidense y posteriormente prior general de la orden en todo el mundo.

Regresó a Perú en 2014 cuando Francisco lo designó administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo.

Casi una década después, entró en la curia en sustitución del cardenal canadiense Marc Ouellet, que fue acusado de agredir sexualmente a una mujer y renunció por motivos de edad. Entonces, el difunto pontífice lo nombró también presidente de la comisión pontificia para América Latina.

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