BOGOTÁ,- Una afirmación positiva por la Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz recibió el gobierno de Colombia así como a las guerrillas de las FARC, que dieron esta semana el paso final para convertirse en partido político al concentrar a sus combatientes y que entreguen las armas.
Mientras los Premios Nobel deliberaban sobre la paz de Colombia, y pedían a la comunidad internacional que mantuviera sus respaldos a este país en la fase postconflicto, los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se movilizan de forma masiva por tierra y vías fluviales. La dejación de las armas es un hecho que no estaba en duda.
El segundo acontecimiento en el marco del encuentro mundial de paz, fue la liberación el 2 de febrero del excongresista Odín Sánchez, en poder del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que lo tenía secuestrado desde abril de 2016.
El ELN entregó ese día al rehén a una comisión del Comité Internacional de la Cruz Roja Internacional y de esta forma despejó el camino para que se pueda iniciar de forma oficial los diálogos de paz con el gobierno este viernes en Quito, Ecuador.
Este grupo insurgente, que también se levantó en armas contra el Estado, hace 52 años, está dispuesto a seguir el ejemplo de las FARC de dejar las armas, pero con una agenda propia de negociación con el gobierno de Santos.
La paz en Colombia, requiere de un acuerdo con este grupo insurgente.
Estos dos hechos recibieron los aplausos de los Nobeles y de los miles de asistentes a esta cumbre donde la paz fue el tema que giró en todos los foros y conversatorios que se dieron entre el 2 y el 4 de febrero.
“La agenda para la paz es la que estamos haciendo ahora. Lo que hicimos en La Habana no fue solucionar todos los problemas de Colombia, sino concretar una agenda para resolver los problemas del conflicto”, dijo el jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle el último día de sesiones.
El funcionario narró varios de los momentos por los que pasó la Mesa de Conversaciones para llegar al acuerdo clave en temas como el agro, las víctimas y el cese al fuego. “La foto que hemos visto de las FARC llegando a las Zonas Veredales verdaderamente rompe la historia de Colombia”, dijo.
El Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, también contó a los Premios Nobel que “una de las cosas más importantes fue haber logrado una visión compartida de lo que estábamos haciendo, una visión para tratar de terminar el conflicto y lograr pasar a una fase de construcción de paz que no se agotaba en el proceso de dejación de armas”.
La negociación “tenía la gran ambición de terminar el conflicto armado. Esto no es sólo una negociación con las FARC o con ELN. Esto es sentar las bases para que nada de esto se repita y en esto tiene que participar la sociedad en las regiones y en los territorios. De eso se trata la paz territorial”.
El sentimiento de apoyo y solidaridad con este país de 48 millones de habitantes, la resumió en la clausura la escritora estadunidense, Kerry Kennedy, cuando aseguró: “En medio de ese desierto de destrucción, Colombia constituye un oasis de optimismo”.
“Nosotros estamos tan felices, tan felices, de estar aquí en Colombia”, agregó Kennedy, quien agradeció al presidente Santos por “estar decidido a traer la paz a Colombia (…) Los necesitamos. Ustedes deben alcanzar el éxito, no solamente para ustedes mismos, sino para todos nosotros”, subrayó.
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