MANILA.- Amnistía Internacional (AI) señaló hoy que la policía filipina pudo haber cometido crímenes contra la humanidad en la guerra que el presidente Rodrigo Duterte declaró contra el narcotráfico. El informe, que siguió a una investigación en profundidad sobre la guerra contra las drogas, también esbozó lo que dijo eran otros delitos policiales generalizados, aparte de las ejecuciones extrajudiciales.
Entre una larga lista de delitos, AI acusó a la policía filipina de disparar a gente indefensa, fabricación de pruebas, pago de asesinos para matar a adictos a las drogas y robo de aquellos que murieron o familiares de las víctimas. El grupo de defensa de los derechos humanos, con sede en Londres, instó al gobierno filipino a respetar los derechos fundamentales en su lucha contra las drogas y la delincuencia. También, pidió a la policía y al poder judicial que garanticen que se procesará a los agentes implicados en asesinatos ilegales. El presidente Duterte ha defendido su campaña antidrogas y ha señalado que sus cuerpos policiales en sus diferentes niveles han disparado solo cuando se ven amenazados por los delincuentes. En una declaración tras conocer el documento de AI, el vocero presidencial Ernesto Abella insistió en que el gobierno filipino no patrocina ninguna ejecución extrajudicial.
También consideró exitosas las medidas contra el narcotráfico, ya que 1.1 millones de narcotraficantes ha dejado la actividad tras 43 mil 593 operaciones.Además, ha habido 53 mil 025 detenciones y se han “neutralizado” dos mil 555 narcotraficantes. El pasado lunes el jefe de la Policía Nacional de Filipinas, Ronald dela Rosa anunció la suspensión indefinida de la guerra contra las drogas del actual gobierno, mientras depura sus filas de agentes corruptos. Luego de eso es posible que reanudamos la guerra contra las drogas. Limpiaremos primero nuestras filas de acuerdo al presidente, dijo el funcionario policial. La determinación siguió a la presunta implicación de agentes policiales en la muerte de Jee Ick Joo, ciudadano surcoreano dedicado a los negocios y residente en Filipinas, quien habría sido secuestrado por policías en pleno día.
La suspensión del combate a las drogas se da cuando las quejas por los presuntos asesinatos extrajudiciales de narcotraficantes de todo tamaño así como adictos, se transformaron en quejas por la actuación de la policía. La guerra contra las drogas comenzó desde el primer día de gobierno de Duterte, el pasado junio, y se estima que a la fecha ha costado más de siete mil vidas a manos de agentes policiales pero también de escuadrones de la muerte. AI dijo que investigó la muerte de 59 personas, y se encontró que la mayoría de ellos fueron ejecuciones extrajudiciales.
Notimex/JRGA