DURANGO.- Alrededor de 18 edificios históricos fueron atendidos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, además de la Zona Arqueológica La Ferrería, causados por fuertes lluvias atípicas que se registraron en noviembre de 2014.
La infraestructura dañada por el fenómeno climatológico fue tratado a través de 23 acciones con un moto autorizado de 16 millones 458 mil pesos, provenientes del Fondo de Desastres Naturales (Fondem), un mecanismo presupuestario de la federación creado en los años 90 para apoyar la rehabilitación de la infraestructura federal y estatal afectada por desastres naturales, detalló el INAH en un comunicado.
La directora del Centro INAH-Durango, Sirle Rojas Rodríguez, dijo que los efectos causados por la contingencia se derivaron principalmente del exceso de humedad que ocasionó derrumbes en la mayoría de las edificaciones de adobe.
Por ello se repararon colapsos de losas, muros caídos y en algunos casos viguerías. Además en 90 por ciento de los inmuebles se restauraron techos, se realizaron aplanados y arcos, aunado al cambio de bajadas pluviales saturadas y reintegraciones arquitectónicas.
En la escuela primaria “Guadalupe Victoria” fue restaurado un mural de 1934, plasmado con la dirección del pintor Manuel Guillermo de Lourdes (1898-1971), discípulo de Saturnino Herrán en la Academia de San Carlos, quien llevó el muralismo mexicano y el sentido nacionalista a la Comarca Lagunera.
La también arquitecta destacó que todos los inmuebles intervenidos albergan características relevantes para cada una de las comunidades a las que pertenecen.
En total se trata de ocho templos religiosos, tres museos, el Centro Cultural y de Convenciones Bicentenario, el edificio de la presidencia municipal de Lerdo, además de dos portales, un panteón y una cancha de rebote, ubicados en las localidades de Santiago Papasquiaro, Ocampo y Mapimí, respectivamente.
Entre ellos se encuentra la Capilla de Nuestra Señora del Refugio, en la antigua Hacienda de Pedriceña, que data del siglo XVIII y forma parte del Camino Real de Tierra Adentro, Patrimonio Mundial por la UNESCO, y el templo de Santiago Apóstol, en Santiago Papasquiaro, que alberga al Señor del Santo Entierro, de más de 250 años de antigüedad.
En el caso de la Zona Arqueológica La Ferrería, afectada por el deslave de los cerros vecinos que ocasionaron fracturas, sus edificios fueron reparados y consolidados.
En Durango, el INAH ha registrado mil 800 monumentos históricos, de los cuales 800 están en la capital y corresponden a los siglos XVIII y XIX, de arquitectura colonial con características barrocas, la mayoría de carácter religioso, agregó Sirle Rojas.
De forma paralela a las tareas de restauración, el INAH llevó a cabo un trabajo de difusión y concientización en las comunidades afectadas en aras de sensibilizar a las instituciones, gobiernos y sociedad civil sobre la necesidad de dar mantenimiento a las edificaciones y como medida de prevención ante fenómenos naturales.
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