CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa manifestó hoy su cercanía a los afectados por la mortal avalancha del martes pasado en el centro de Italia, que sepultó un hotel, dejó al menos cuatro muertos y 23 desaparecidos. “En días pasados, el terremoto y las fuertes nevadas pusieron nuevamente a dura prueba a tantos hermanos y hermanas nuestras de Italia central, especialmente en Abruzzo, Marcas y Lazio”, dijo Francisco, tras bendecir a una multitud congregada en la Plaza de San Pedro.
Asomado a la ventana de su estudio personal en el Palacio Apostólico del Vaticano, el pontífice rezó la oración con el Angelus y, luego, dijo estar cercano “con la oración y con el afecto” a las familias que tuvieron víctimas entre sus seres queridos. Además animó a cuantos se han empeñado “con gran generosidad” en las labores de socorro y de asistencia, como también a las Iglesias locales que –apuntó- “se prodigan por aliviar los sufrimientos y las dificultades”. Mientras tanto, en el Hotel Rigopiano los servicios de auxilio continúan excavando en metros de nieve como un intento desesperado por encontrar con vida a alguno de los desaparecidos, luego que entre el jueves y el viernes se lograron rescatar unas 11 personas.
Durante su bendición de este día, el Papa saludó también a las millones de personas que en Extremo Oriente y en varias partes del mundo se aprestan a celebrar el año nuevo lunar el próximo 28 de enero. “Mi cordial saludo llegue a todas sus familias, con el deseo que ellas sean cada vez más una escuela donde se aprende a respetar al otro, a comunicar y a hacerse cargo los unos de los otros de modo desinteresado. Pueda la alegría del amor propagarse el interior de sus familias y de ellas irradiarse a toda la sociedad”, estableció.
Notimex/JRGA