Cuando a la hora de escribir este artículo faltan menos de 72 horas para que se conozcan las posturas de Donald Trump en torno a la relación bilateral con nuestro país y con el resto del mundo, la sensación de incertidumbre que hemos vivido en los últimos 70 días no parece tener, ni remotamente, alguna mejora en lo que percibimos los mexicanos que está por venir. El voluble y veleidoso presidente electo de los Estados Unidos no ha parado de emitir declaraciones y amenazas a diestra y siniestra en un buen número de temas en los que México está involucrado. Peor aún son los casos en los que se ha referido a acciones que nos afectan directamente a los mexicanos. Lo más preocupante es que el 20 de enero sólo será el comienzo de las embestidas que pretende tener hacia nosotros y de ninguna manera será el último día en que lo haga, como dijo recientemente Jaime Serra Puche “La incertidumbre por Trump va para largo”.

Trump ha venido insistiendo en todos los temas que, increíblemente, le aportaron los votos para ganar la Presidencia. Su obsesión favorita sigue siendo la construcción del aberrante muro a lo largo de la frontera. A pesar de las múltiples objeciones que en lo legal, en lo ético y hasta en lo ecológico le han hecho, él insiste en su proyecto con mayor énfasis día a día. Apenas ayer le manifestó al Washington Post que la construcción del muro y la reducción de la inmigración se mantienen como prioridades y que les está dedicando gran parte de su tiempo a buscar la manera de iniciar los proyectos.

Agregó que el Congreso no puede frenar el muro y defendió el plan de pedir a los diputados y senadores que el gobierno americano pague para que el costo sea reembolsado “después” por México sin especificar como y, todavía añadió, que va a empezar de inmediato “ Voy a empezar ya. No voy a esperar un año y medio a terminar a terminar las negociaciones…..y México lo va a pagar. Ha seguido insistiendo en que nuestro país “Se ha aprovechado de Estados Unidos, pero eso no va a volver a pasar”.

Por supuesto que tampoco ha faltado su repudio al TLCAN (“el peor tratado de la historia”) ya que va a anunciar, en cuanto asuma su cargo, su intención de renegociarlo o retirarse en los términos que el mismo establece. Por otro lado, ha reiterado poner un fin a la “ilegal” Ley de Inmigración y establecer sanciones severas a quienes regresen ilegalmente después de una deportación previa y peores a quienes ya tengan condenas por delitos mayores o menores. Anunció reformas a las normas de visado y que desde el primer día comenzará a expulsar a los más de dos millones de inmigrantes ilegales y cancelara las visas a regiones propensas al terrorismo (¡creo que de esta si nos salvamos!). Su uso del famoso Twitter es inagotable y a través del mismo ha lanzado serias amenazas a las armadoras de automóviles que realizan operaciones fuera del territorio norteamericano, pero especialmente en México, “Háganlo en los Estados Unidos o paguen una gran tasa” les advirtió. Cuatro horas después la Ford anunció la cancelación de una planta en San Luis Potosí y unos cuantos días después Fiat Chrysler informó que retiraría inversiones y plantas del país. Por otro lado prepara una propuesta fiscal para imponer un impuesto a los sectores importadores que nos afecta. Las amenazas no han sido solo para nosotros, pues también le ha cargado la mano a China y a varias naciones europeas.

Las reacciones a las intimidaciones de Trump en un país tan sui generis como el nuestro no se han hecho esperar y se han dado por muy diversos sectores del quehacer nacional. El secretario de Hacienda, José Antonio Meade, reconoció las dificultades que le ha provocado a nuestra moneda la verborrea trumpiana así como las limitaciones que trae en materia de inversión para México. Por su parte el secretario de Economía, Idelfonso Guajardo, ha hecho ver el daño que causaría a los propios americanos los cambios radicales que quiere Trump en el TLCAN. Puso como ejemplo lo que sudarían los productores de carne de puerco en EEUU. al verse detenidas sus ventas hacia México, su principal cliente. Curiosamente son de estados que votaron por Trump y que van a pagar las consecuencias. También, explicó Guajardo, el contratiempo que se crearía para los que exportan fructuosa que utilizamos para la producción de refrescos (México es el principal consumidor de estas bebidas), si los americanos gravaran nuestras exportaciones de azúcar hacia allá. También los productores de fructuosa se localizan en lugares que sufragaron por el millonario.

Ni que decir de las importaciones de maíz (el alimento básico de la dieta mexicana) que afectaría a los productores de las mismas entidades gringas. Hasta el presidente Peña Nieto tuvo un cambio en su discurso sobre el tema, pues en una reunión privada con embajadores y cónsules mexicanos no sólo dio respuesta a los ataques infundados, sino que planteó también nuestras exigencias Se acabó el silencio presidencial a las agresiones del teñido presidente electo.

La subsecretaria de Hacienda, Vanesa Rubio, expuso que estamos a la expectativa de lo que vaya a decir Donald el próximo viernes, para fijar nuevas estrategias pero siempre recurriendo a un dialogo propositivo. Para Jaime Serra Puche, exsecretario de Hacienda y quien fue el jefe mexicano en las negociaciones del TLCAN, plantea instrumentar estrategias de negociación y blindar el proceso ya que “es más importante lo que hagamos en México, que lo que haga Trump en Estados Unidos”. Debemos, dice Serra, aumentar la competitividad de los productos y servicios mexicanos para enfrentar a las medidas proteccionistas del nuevo gobierno americano, pero sin caer en argumentos ”de ojo por ojo“. Los gobernadores de estados fronterizos acordaron crear un fondo para la defensa de la frontera y a defender el derecho de los inversionistas americanos a permanecer en México.

Jorge Castañeda y el senador Armando Ríos Piter elaboraron un documento muy interesante y valioso en el que recomiendan emplear una estrategia común para todas las instituciones y todos los actores que intervengan en el proceso de revisar el TLCAN. Señalan que México es su vecino por lo que debemos importarles más que Europa. Destacan que el muro es un acto de enemistad hacia un país amigo por lo que no solo no lo pagaremos, sino que no debe construirse. Hacen ver que tenemos “fichas de cambio” para casi todo por lo que se deben realizar negociaciones en materias tan importantes como la seguridad, el terrorismo, la migración, la ecología etc. en las que no pueden andar solos y nos necesitan. Es decir, revisar toda la relación bilateral en paquete y no solo el TLCAN. El subsecretario de Relaciones Exteriores, Juan Carlos Baker, explicó que en las negociaciones que se den en torno al TLCAN con los Estados Unidos, Mexico no aceptará amenazas,  intimidaciones o que se tome de rehén a alguna industria. Lo dicho por Baker refleja la mano del canciller Luis Videgaray de quien vamos a necesitar todo su talento y colmillo para tener una aceptable relación con Trump a través de su yerno y cercanísimo colaborador Jared Kushner, quien ha sido designado consejero senior de la presidencia. Hay quien dice que el yerno tiene tanta influencia con el suegro que, a veces logra calmarlo y entrar en razón.

Por supuesto que se han dado otros análisis y recomendaciones por parte de los partidos políticos y hasta de “El Peje”, pero también ha habido manifestaciones agresivas por todos lados y no podemos olvidar la posada de los senadores del PRD en donde escogieron como piñata a una figura que parecía Donald Tump y los atentos saludos que le enviaron. En fin que no hay plazo que no se cumpla y el viernes 20 está a la vuelta de la esquina con todo lo que nos pueda traer y que no augura nada nuevo ni bueno.

Somos una inmensa mayoría los mexicanos que pensamos que no podemos cruzarnos solo de brazos y aguantar el menosprecio de nuestros vecinos. Debemos todos como uno solo a consolidar y reforzar nuestra posición ante el nuevo gobierno americano, cada quien en lo suyo. Debemos adaptarnos a las nuevas circunstancias y pensar en expandir el mercado interno, así como impulsar las exportaciones a otros mercados si la situación nos la complican todavía más. Pero la interdependencia de los dos países no puede ser destruida por simples planteamientos demagógicos, tenemos una larga historia de amistad que hace mucho que no se mancha con agresiones.

Además, aunque seamos el villano favorito, no estamos solos. Muchos países están esperando lo que diga Trump el viernes, pero ya han sido muchos los que han dejado oír su inconformidad por las críticas y amenazas de Donald como la Canciller de Alemania, Angela Merkel, que fue criticada por su política migratoria y que simplemente respondió que mantiene puntos de vista diferentes con el americano, pero “que nosotros los europeos tenemos nuestro destino en nuestras propias manos”. Tampoco les ha temblado la mano a las empresas automotrices como la Toyota y, especialmente, a la BMW que continuará con los planes de construir una enorme planta en San Luis Potosí a pesar de que la amenazaron con la imposición de un arancel del 35% a sus vehículos de procedencia mexicana. Pero las cosas no pintan bien, así que “Dios nos agarre confesados”