BRUSELAS.- Para reducir el riesgo de contraer enfermedades profesionales como ciertos tipos de cáncer asociados a la exposición a determinados componentes químicos o ambientales, la Comisión Europea (CE), presentó un plan de acción. Indicó se propone limitar la exposición a siete sustancias,
Cada año mueren cerca de 160.000 personas en el territorio de la UE por enfermedades llamadas profesionales, derivadas de una exposición industrial o ambiental fruto de la actividad laboral, una lacra que Bruselas busca atajar con una serie de acciones «clave».
Entre ellas, propone fijar límites de exposición y otras medidas para siete carcinógenos químicos, que deberán respetar los empleadores y supervisar las autoridades.
En un listado publicado hoy, la CE detalla los sectores afectados por estas sustancias asociadas al desarrollo de diversos tipos de cáncer, entre los que se encuentran diversas industrias, como la producción de resina, de papel, de plástico, poliuretano o aluminio, y las enfermedades a las que se vincula la exposición de los componentes.
En esa lista figuran sustancias como la epiclorhidrina, utilizada en la producción de papel y asociada al riesgo de desarrollar cáncer de pulmón -a la que están expuestos 40.000 trabajadores en toda la UE-, o aceites de motor asociados al cáncer de piel y a la que están expuestos en total un millón de empleados, según la CE.
En España, más de un millón de trabajadores están expuestos a estas siete sustancias.
Gracias a una limitación en la exposición a aceites de motor, la CE espera que de aquí a 2069 se salve un mínimo de 880 vidas, haya 90.000 casos menos de cáncer y se reduzcan los costes sanitarios entre 300 y 1.600 millones de euros.
El tiempo entre la exposición al cancerígeno y el desarrollo de la enfermedad puede ser de hasta cincuenta años, aclara la CE.
Según la CE, una de cada tres pequeñas empresas no evalúa los riesgos en el trabajo, para lo que ha publicado una serie de consejos prácticos destinados especialmente a pymes y microempresas y centrados en los riesgos psicosociales o los propios del envejecimiento.
La comisaria europea de Empleo, Marianne Thyssen, explicó que la propuesta es «un plan de acción preciso» para «adaptar» la política de salud y seguridad laboral al siglo XXI, «que sea clara, puesta al día y aplicada eficazmente sobre el terreno».
La definición de nuevos límites de exposición de siete sustancias cancerígenas, permitirá «mejorar la protección de cuatro millones de trabajadores en Europa», aseguró.
Thyssen destacó que desde 2008, el número de trabajadores fallecidos como consecuencia de un accidente de trabajo se redujo cerca de un 25 % y el porcentaje de empleados que ha declarado un problema de salud causado o agravado por el trabajo ha caído un 10 %.
«Esta es una prioridad política para la comisión y la acción mejorará la aplicación de las normas sobre el terreno, especialmente en cuanto a la evaluación de los riesgos en las pequeñas empresas», declaró.
En mayo de 2016 la CE ya propuso reducir la exposición de los trabajadores europeos a trece carcinógenos químicos, mediante la modificación de una directiva de 2004, una lista que seguirá ampliando en el futuro.
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