¡Feliz cumpleaños Francisco!
Entre los saqueos y el qué haríamos millones de mexicanos, respecto a quitar o no el subsidio gubernamental a los gasolinas; nos quedamos por contestarle al presidente Enrique Peña Nieto, antes de que vuelva a señalar con la soberbia disfrazada que ya le caracteriza: que no hay forma, no, ninguna, de revertir los aumentos a las gasolinas.
Para responder a la negativa rotunda del Gobierno de que sí se puede dar marcha atrás a los cada vez más elevados costos de combustibles, energéticos y de cualquier bien o servicio en general; hay que tomar en cuenta las amenazas de quienes se han erigido como el escudo de Peña, advirtiendo que lo defenderán ante cualquier manifestación en contra de las burlas y atracos perpetrados a la sociedad mexicana y claro, a quienes por Peña votaron para presidente de México.
Es un descaro total, declarar sin admitirlo, que fue su actual titular de Hacienda, José Antonio Meade; quien en el anterior sexenio panista de Felipe Calderón, instrumentó el subsidio a las gasolinas con las que se perdieron, dice Peña, un billón de pesos en subsidios a combustibles.
Como si el intento de “lavado de manos” no fuera tan cínico, Peña nos señala que no sólo es culpa de Calderón, sino del precio de los combustibles en todo el mundo.
¡Caray! ¡Qué niveles de soberbia! Y advertir que nos restan casi dos años de esta casi dictadura.
Los saqueos a comercios no se justifican ¿Pero en qué grado sabremos a ciencia cierta que muchas acciones individuales no son sino respuesta a la desesperanza y a las nulas o pocas oportunidades?
La manifestación pacífica y cada vez más organizada, no puede ya frenarla el Gobierno peñista que incluso entre sus huestes ya encuentra rebeldes, que no advierten lógica, coherencia, ni defensa posible a las acciones y al discurso presidencial.
Acta Divina…“¿Qué hubieran hecho ustedes?”: El presidente Enrique Peña Nieto, respecto al aumento a las gasolinas.
Para advertir… Para empezar, recortar los súper salarios y bonos de la alta burocracia, legisladores y jueces y no despedir a 20 mil burócratas de sueldos que no rebasan ni los 8 mil pesos mensuales.
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