PEKÍN, CHINA.- Por cuarto día consecutivo, China se encuentra bajo una espesa capa de contaminación, evento que ha motivado la cancelación de hasta 300 vuelos, debido a las pobres condiciones de visibilidad.
China declaró una «guerra contra la contaminación» en 2014 ante la preocupación de que las prácticas de sus industrias estén afectando su reputación mundial y retrasando el desarrollo del país. Sin embargo, ha tenido problemas para revertir décadas de daños generados por el crecimiento económico vertiginoso.
A pesar de meses de esfuerzos por ajustar sus sistemas de respuesta rápida, la calidad el aire se deterioró el martes en partes del norte de China y el Ministerio del Medioambiente advirtió que las empresas estaban pasando por alto las restricciones puestas en marcha por la emergencia.
Algunas plantas de energía y productos químicos no redujeron sus operaciones para cumplir con las regulaciones, de acuerdo al diario oficial sobre protección ambiental que publica el Ministerio.
Por otro lado, hasta un total de 24 ciudades se mantuvieron este martes, bajo alerta roja por contaminación. Sin embargo, pese a la implementación de medidas de emergencia, la concentración de contaminación se incrementó en algunas zonas.
Entre las ciudades afectadas se encuentran varios centros urbanos importantes de la provincia industrial de Hebei, que rodea a Pekín. Las autoridades emiten alertas rojas cuando se prevé que el Índice de Calidad del Aire (AQI, por su sigla en inglés) excederá los 200 por más de cuatro días sucesivos, 300 por más de dos días o 500 por al menos 24 horas.
En Handan, un importante productor de acero, el promedio de AQI por 24 horas en una estación de monitorización alcanzó un récord de 780, de acuerdo al grupo activista Greenpeace. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda concentraciones de sólo 10 microgramos.
jcrh