SEÚL.- Choi Soon-sil, la confidente de la presidenta surcoreana Park Geun-hye -en proceso de destitución- y centro de un escándalo de tráfico de influencias que sacudió al país, negó hoy las acusaciones contra ella en la apertura de su juicio por fraude. Choi, apodada la “Rasputina surcoreana”, está acusada de haber usado su estrecha relación con Park para presionar a grandes empresas a donar millones de dólares a sus dos fundaciones, que supuestamente tenían fines caritativos, pero cuyos fondos aprovechaba a título personal.
En una breve audiencia ante el tribunal del distrito central de Seúl, su abogado negó las acusaciones de la fiscalía, según las cuales Choi conspiró con Park y su excolaborador, Ahn Jong-beom, para extorsionar con “donaciones” a grandes compañías como Samsung. Choi asistió a la primera audiencia preparatoria celebrada en el tribunal, en la primera vez que se presenta ante el público desde que fue citada por los fiscales el pasado 31 de octubre a su regreso de Europa, en donde estaba cuando estalló el escándalo. Ante la pregunta del juez sobre si negaba todas las acusaciones, Choi respondió que sí, según reportes de la agencia surcoreana de noticias Yonhap. Durante la audiencia, Choi dijo que cuando regresó de Alemania pensaba que debía someterse a todo castigo, pero después de los muchos interrogatorios hasta primeras horas de la mañana, la amiga íntima de Park indicó que debe aclarar las cosas en el juicio.
Lee Kyung-jae, abogado de Choi, señaló que ocho de las acusaciones planteadas por la fiscalía son que Choi conspiró con la presidenta. Sin embargo, dado que Choi no conspiró con la presidenta, no puede ser declarada culpable de los cargos presentados. El Parlamento de Corea del Sur aprobó el pasado 9 de diciembre la destitución de la presidenta Park, acusada de complicidad en el escándalo, para llevarla a juicio, por lo que fue suspendida de sus poderes. El primer ministro Hwang Kyo-ahn asumió como presidente en funciones, pero la moción de destitución aún debe ser validada por el Tribunal Constitucional surcoreano, que dispone de un plazo de 180 días para pronunciar su fallo. El tribunal determinará si procede la destitución o restablece a Park en el cargo, después de llevar a cabo la revisión legal del caso, lo cual podría durar hasta seis meses.
Notimex/JRGA