BUENOS AIRES,- Emocionatest es una aplicación para móviles y tablets que permite evaluar, en un entorno amigable, interactivo y de juego, la competencia emocional de los niños de edades comprendidas entre tres y doce años, es un trabajo que han realizado investigadores en psicología y educación de la Universidad Jaume I (UJI).
Esta app facilita la diagnosis de anomalías o retrasos de los niños a la hora de reconocer y gestionar sus emociones y está dirigida a la comunidad psicoeducativa. La nueva herramienta ha sido validada mediante estudios de campo de un proyecto de demostración y creación del prototipo financiado por la UJI y supervisado por la Oficina de Cooperación en Investigación y Desarrollo Tecnológico (OCIT) de esta institución académica.
La novedad que aporta Emocionatest a la oferta actual de este tipo de tecnologías es un diseño en formato de videojuego, en el cual también ha participado el profesor del Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos Francisco Ramos, mucho más estimulante para los pequeños que los tradicionales tests psicológicos porque permite interactuar. A la vez, este dispositivo también es innovador como herramienta de diagnóstico.
«Esta ‘app’ permite libertad a la hora de elegir el lugar más adecuado donde hacer la evaluación, puesto que sólo se necesita un dispositivo móvil y no requiere ninguna aula específica que puede condicionar la actitud de los niños y, además, facilita la tarea a los centros educativos que estén interesados en usarla», explica uno de los creadores de Emocionatest, el investigador en psicología social y experto en inteligencia emocional de la UJI Edgar Bresó.
La profesora de Psicología Evolutiva Clara Andrés también es autora de Emocionatest. Su estudio se centra en la evaluación de la cognición social en niños con dificultades comunicativas, y ante la carencia de materiales comprensivos para su evaluación adaptados a los pequeños con dificultades de desarrollo promovió el diseño de nuevos recursos. De este modo, «la estructura y diseño de esta app están basados, por un lado, en el análisis de estudios evolutivos sobre desarrollo de competencia emocional en niños con niveles típicos y, por el otro, en las particularidades de este desarrollo en la población con trastorno del espectro autista (TEA)», argumenta Andrés.
Emocionatest presenta cinco niveles de dificultad creciente y se basa en un método de evaluación lúdico y especialmente visual. Además, la app permite obtener información cuantitativa y cualitativa sobre esta habilidad. «Es decir, no solamente podemos saber cuántas emociones identifican correctamente los pequeños, sino ver, ante un error, con qué opciones son confundidas», añade la profesora. Las competencias analizadas se relacionan con el reconocimiento y la construcción de las expresiones faciales; la identificación de emociones a partir de situaciones comunes y la percepción tanto de emociones basadas en experiencias cognitivas como en otras ocultas.
Los niños con trastorno del espectro autista muestran trabas para ser emocionalmente competentes a lo largo de su desarrollo como consecuencia de su dificultad para entender la mente de otras personas. Además, los niños y niñas con otros trastornos, como por ejemplo aquellos con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o trastorno específico del lenguaje (TEL), también manifiestan, a veces, cierta incompetencia, por ejemplo, a la hora de regular sus emociones o identificar emociones basadas en creencias, como consecuencia de sus problemas inhibitorios –en caso del TDAH–, o el retraso del lenguaje, en los casos de TEL.
neomundo.com.ar/r3