Científicos rusos desarrollaron nuevos sensores de control permanente sobre el estado de mecanismos y equipos sometidos a una fuerte presión mecánica en plantas nucleares y químicas, pues cualquier daño podría originar un desastre ecológico.
El conjunto de sensores fue creado por investigadores de la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología de Moscú especialmente para observar de manera permanente el estado que guarda la infraestructura industrial por cuestiones de seguridad.
Se trata de un método de control no destructivo que permite determinar el estado funcional de equipos, dispositivos y tuberías sometidos a una fuerte presión mecánica, sin detener su funcionamiento.
Estos sensores podrían reducir el riesgo de accidentes en empresas mineras, por ejemplo, ya que es uno de los sectores que se considera más peligroso en el mundo para la vida humana.
En el caso específico de la industria minera se estima que el uso de los nuevos sensores de control es de vital importancia, ya que tan sólo en Chile se registran unos 39 accidentes mortales en promedio cada año.
El elemento sensible en el sensor es un microcable ferromagnético amorfo, el cual es cubierto con una capa de cristal, tiene un diámetro de 20 a 28 micrómetros y es fabricado con aleaciones de hierro y cobalto que le brindan propiedades magnéticas y de firmeza.
El jefe del laboratorio de mediciones magnéticas de la citada universidad, Serguéi Gudóshnikov, explica que en estos microcables las tensiones externas conllevan cambios considerables de magnetización que pueden registrarse con un esquema electrónico especial.
Señala que el sensor desarrollado en base a este efecto da la posibilidad de determinar, según el diámetro del microcable, las presiones mecánicas aplicadas y registrar el cambio de la longitud desde milésimas hasta décimas partes de un milímetro.
A diferencia de sensores de presiones mecánicas resistentes a la tensión, el nuevo sensor registra valores más altos de las deformaciones máximas y puede leer señales sin contacto (de modo electromagnético)”, explica Gudóshnikov, gestor del proyecto.
El sensor ferromagnético amorfo puede usarse para controlar el estado de puentes, edificios de muchos pisos, pies y pilares de minas, oleo- y gasoductos, de acuerdo con un despacho de la agencia informativa Sputnik.
Este dispositivo permitirá controlar de modo permanente el estado y las deformaciones de grandes buques petroleros en el ámbito de construcción naval y hasta las características estáticas de centrales hidroeléctricas y la infraestructura de centrales nucleares.
Según estimaciones de expertos, el sensor ferromagnético amorfo es un 20 o 30 por ciento más barato que los dispositivos resistentes a tensión, cuyo costo es de 320 a 780 dólares.
El prototipo del sensor pasó las pruebas con éxito, por lo que a partir de 2017, comenzará a ser utilizado por el Ministerio ruso de Emergencias para controlar el estado y nivel de daños del equipo contra incendios.
aegm.
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