ESTADOS UNIDOS.- Durante toda su campaña e incluso en el mismo día de la elección, Hillary Clinton contaba con el voto latino, el «arma secreta» de los demócratas para alcanzar la Casa Blanca. No en balde acudieron en cifra récord a las urnas… sin embargo eso no alcanzó para impedir la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
Pero la gran pregunte es: ¿qué paso? Primero que nada, menos latinos y negros -tradicionalmente demócratas- votaron por Hillary Clinton que en 2012 por su antecesor Barack Obama, el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos.
Y aunque el voto latino creció, esto fue mitigado por un alza de votantes blancos no hispanos y menos educados que apoyaron a Trump en todo el país.
El voto latino «fue sin duda récord, pero las cifras definitivas no se conocerán hasta abril o mayo», dijo Mark Hugo López, director de investigación sobre hispanos del Pew Research Center (PRC). Unos 27.3 millones de latinos estaban registrados para votar, pero López calcula que poco más de 13 millones votaron, menos de la mitad.
Un 65% de los votantes que se declaran hispanos apoyó a Clinton, una experimentada política que fue primera dama, senadora y secretaria de Estado, mientras que 29% votó a Trump, un emprendedor inmobiliario con cero experiencia política que prometió deportar a los 11 millones de inmigrantes indocumentados, construir un muro en la frontera con México y que considera el TLC con su vecino del sur un «desastre».
En la elección de 2012 Obama recogió 72% de los votos latinos tras liderar una campaña rebosante de entusiasmo y sueños de cambio, mientras su rival Mitt Romney recabó 27%.
Los demócratas tenían la esperanza de que el voto latino fuese decisivo por primera vez en la historia de Estados Unidos y ayudase a Clinton a conquistar estados como Florida y Arizona, que finalmente perdió.
La cuestión era clara y sencilla: si Trump perdía Florida, podía despedirse de la Casa Blanca. Clinton al tanto de esto, enfocó su baterías durante su campaña buscando el voto de puertorriqueños, negros e hispanos jóvenes.
Pero Clinton sencillamente no pudo «encantar» a la población cubana, en especial la conservadora, que es la que tradicionalmente acude a las urnas. Trump por su parte, les prometió mantener el embargo y con ello, se los echo a la bolsa. Eventualmente, el magnate se hizo con Florida y eso, determinó en buena parte el derrotero de la jornada electoral.
En términos generales, de acuerdo con Latino Decision, un 52% de los cubano-estadounidenses votaron por Trump en Florida, contra 47% por Clinton.
jcrh