NUEVA YORK,- Aunque el mercado se rige por los países de la Organización de Países Exportadores y Productores de Petróleo (OPEP), en dicho plan, quedan hilos sueltos y que habrá de implantarse en noviembre, pero los pequeños productores del fracking en EEUU han batallado desde 2014, cuando los precios del crudo vinieron en picada
Mientras el sector energético y las principales petroleras estadounidenses acumulan subidas en bolsa de aproximadamente el 13% en lo que llevamos de año, los productores y exploradores de menor tamaño luchan aún por su supervivencia. Según los últimos datos recopilados por el bufete de abogados Haynes and Boone, LLP, al cierre del pasado 13 de septiembre, un total de 102 compañías norteamericanas relacionadas con el petróleo y el gas han cesado pagos desde comienzos de 2015.
Una cifra significativa que también ha generado tensiones en los mercados de deuda. Al fin y al cabo el apalancamiento de estas empresas, buena parte de ellas forjadas tras el boom del esquisto a este lado del Atlántico, alcanzó los 67.757 millones de dólares.
De esta cantidad, alrededor de 40.538 millones de dólares corresponde a deuda no asegurada, por lo que parte de sus inversores no conseguirán recuperar su inversión en los procesos de reestructuración y defunción de estas compañías bajo la Ley de Quiebras estadounidense.
Sólo en lo que llevamos de año, alrededor de 58 compañías mordieron el polvo pese a que tras los mínimos tocados en los primeros compases de 2016, el barril de crudo ha subido más de un 66%. Dicho esto, para muchos productores de esquisto el petróleo entre los 40 y 45 dólares el barril no resulta todavía rentable, niveles que para las grandes petroleras son más manejables.
Durante los tres primeros trimestres del año, los impagos de las empresas energéticas que se han acogido a alguno de los capítulos de la Ley de Quiebras estadounidense acumulaban deudas por valor de 50.379 millones de dólares, de la que más de la mitad no está asegurada.
Los estados que más cesación de pagos han experimentado durante los dos últimos años son el de Texas y Delaware. Este último es considerado por muchas compañías, no todas energéticas, como idóneo para abrir empresas debido a sus ventajas fiscales. Dicho esto, las economías de estados como Alabama, Alaska, Dakota del Norte, Wyoming o Luisiana son las más afectadas por los vaivenes que han experimentado los precios del barril durante los dos últimos años.
De hecho, según los últimos datos del Buró de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés), estados como Oklahoma, Nuevo México, Luisiana o Alaska sufrieron una contracción de su PIB en el primer trimestre del año, con un crecimiento negativo del 0,5%, 0,6%, 0,9% y el 1% respectivamente. Otros como Nebraska o Iowa se contrajeron un 1,9% y un 2,6%. En en el caso de Dakota del Norte, el crecimiento negativo alcanzó el 11,4% mientras que Wyoming se contrajo un 4,9%. BEA publicará los datos sobre la marcha de la economía de todos los estados del país en el segundo trimestre del año el próximo 7 de diciembre.
Los analistas de Goldman Sachs indicaron en un informe que el acuerdo alcanzado el miércoles por los productores de crudo de la OPEP para limitar el bombeo debería sumar entre 7 y 10 dólares a los precios del petróleo en la primera mitad del próximo año.
«La aplicación estricta del acuerdo de hoy en el 2017 representaría de 480.000 a 980.000 barriles menos de producción por día», estima el documento que señala cierto escepticismo «a largo plazo sobre la aplicación de las cuotas propuestas, si se ratifica».
Aún así, el banco reiteró sus previsiones del precio del petróleo para finales del 2016 y el 2017. Goldman mantuvo sus previsiones para el precio del petróleo en EEUU en los 43 dólares por barril para finales de este año y en los 53 dólares por barril para 2017.