BARCELONA,- Investigadores de la Universidad Pompeu Fabra en un artículo publicado en Trends in Cognitive Sciences, enumeran que algunos de los resultados más llamativos que han encontrado investigando, es que nos volvemos más reflexivos, cuando respondemos una pregunta en un idioma ajeno ala lengua materna, dejando de lado el factor emocional.
“Cuando nos comunicamos usando otra lengua diferente a la materna aumenta nuestra tolerancia al riesgo ademas nos hace pensar dos veces las cosas y nos sentimos menos agredidos por los insultos”, comentó Albert Costa, experto en bilingüismo y principal autor del estudio.
“Por un lado, otro idioma obliga a pensar despacio. Además, entendemos que lo emocional está más ligado a la primera lengua que aprendemos”, agregó el investigador.
El también catedrático pone como ejemplo, en sus disertaciones, la situación que se da en escenarios como Naciones Unidas o la Unión Europea, en la que buena parte de sus miembros toman decisiones en una lengua que no es la materna.
“El que se comuniquen en otro idioma sin lugar a dudas ayuda a que los actores aplaquen sus emociones y se centren en los beneficios que obtendrían ambos si logran ponerse de acuerdo”, finalizó Acosta.
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