AMAN, JORDANIA,- El Fondo Monetario Internacional establece que las guerras en diversos países del Oriente Medio como Irak, Libia, Siria y Yemen, han borrado los «avances en desarrollo para toda una generación», además de agravar los ya elevados niveles de pobreza y desempleo.
Bajo esta perspectiva, entonces la comunidad internacional debe estar preparada para incrementar en el largo plazo la asistencia para el desarrollo de la región y se pueda reconstruir la infraestructura y las instituciones, considera la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, en un blog que acompaña un informe del fondo sobre el costo económico que representan los conflictos en el Oriente Medio.
Los 11.000 millones de dólares comprometidos por diversos países para Siria y la región en los próximos años hasta el 2020, si se concretan, «serán insuficientes dada la magnitud de la crisis», escribió Lagarde. La asistencia debe ser aportada como donativos y créditos blandos para aminorar la carga financiera a los países que la reciben, agregó.
Lagarde destacó que más de 20 millones de personas en la región están desplazadas y otros 10 millones son refugiados, más que en cualquier otra época desde la Segunda Guerra Mundial. «La comunidad internacional tiene la gran responsabilidad de asistir a los países de la zona para que superen esa situación», escribió. «Nosotros estamos listos para hacer nuestra parte».
Según el fondo, desde mediados del siglo XX, el Oriente Medio y el norte de África han sido escenario de luchas con más frecuencia e intensidad que en cualquier otra parte del mundo. Los conflictos en países como Irak, Libia, Siria y Yemen «aumentaron la fragilidad y borraron los avances previos en el desarrollo para toda una generación», escribió Lagarde.
Por ejemplo, se calcula que PIB de Siria es de menos de la mitad de lo que era en 2010, un año antes del inicio del conflicto armado interno. Yemen perdió entre 25 y 35% de su PIB en 2015, se dijo en el informe.
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