MÉXICO.- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) manifestó su «indignación ante la violencia ejercida» contra los sacerdotes y reclamó a las autoridades «el esclarecimiento de los hechos» y la «aplicación de la justicia contra los responsables».
Los cadáveres de Alejo Jiménez y Alfredo Suárez, secuestrados el pasado domingo tras ser sacados de la parroquia en las que estaban asignados, en el barrio Petromex, fueron hallados el lunes con signos de tortura en un paraje solitario. Las autoridades señalaron haber identificado a uno de los responsables de la muerte de ambos religiosos, pero evitaron confirmar si lo detuvieron y sólo se limitaron a señalar que será consignado en las próximas horas ante un juez.
Alberto Guerrero, vicario de la diócesis de Papantla, señaló que desconocían si los religiosos hubieran sido amenazados por algún grupo criminal, aunque dijo que laboraban en una «zona peligrosa».
El mensaje es obvio y nosotros tendremos que cuidarnos más que nunca», afirmó el sacerdote, quien calificó los homicidios como algo «terrible que nos ha causado consternación y dolor».
Al menos cuatro sacerdotes han sido asesinados desde 2013 en Veracruz mientras que en el país suman 14 los religiosos muertos violentamente desde 2012, así como un seminarista y un sacristán, de acuerdo con el Centro Católico Multimedial (CCM).
Veracruz, en las costas del Golfo de México, es uno de los epicentros de la violencia en el país, con 168 homicidios en julio pasado, la cifra más elevada de la historia. Y no el estado no es ajeno a la violencia contra los sacerdotes. En 2013, el padre Hipólito Villaobos, de 45 años, y el vicario Nicolás de la Cruz, de 31, fueron encontrados muertos en la parroquia de San Cristóbal, municipio de Ixhuatlán de Madero, en ese estado.
México se ha convertido en un lugar de riesgo para ejercer labores religiosas y en los últimos 25 años se ha documentado el asesinato por parte del crimen organizado de un cardenal, 38 sacerdotes, un diácono, cuatro religiosos, cinco laicos y una periodista católica, según el CCM.
«La tendencia de atentados contra sacerdotes sigue al alza», señaló ese centro de información, al indicar que la cifra de secuestros de curas aumentó cuatro veces en la actual gestión del presidente Enrique Peña Nieto, iniciada en 2012, respecto de su antecesor, Felipe Calderón (2006-2012).
con información del Centro Católico Multimedial
jcrh