SAN JOSÉ, COSTA RICA.- La economía global está inserta en un contexto recesivo que afecta a América latina y el Caribe por lo que «no podemos esperar a que vuelvan a aumentar los precios de los commodities».
«Es necesario que los países aumenten su productividad y eso solo se logra con la digitalización de la economía y de las actividades productivas empresariales», planteó Mario Cimoli, jefe de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la Comisión Económica Para América latina y el Caribe (CEPAL).
Al intervenir en la Segunda Reunión de la Conferencia de Ciencia, Innovación y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), que concluyó en San José de Costa Rica, Cimoli apuntó que el auge de precios de los recursos naturales en la región no fue acompañado de una visión estratégica que apuntara a la ciencia, tecnología e innovación como factor clave del desarrollo.
Hablando ante los representantes de 18 países de la región, explicó que «la economía digital es disruptiva: modifica el empleo, la profesionalización del trabajo, la fiscalidad y los modelos de regulación».
Precisó que el internet en la industria cambiará completamente la estructura productiva global. «Ya no se puede pensar el sistema económico como se lo ha hecho en las últimas décadas. Estamos frente a un nuevo proceso en el que se están cambiando las formas y los modelos de producción», aseguró.
Expuso que los gobiernos deben convertirse en una fuerza para la innovación digital y Latinoamérica debe generar su modelo propio de mercado digital integrado y transfronterizo, que permitiría impulsar y consolidar la expansión de la economía digital y propiciar la escala en los emprendimientos innovadores. El problema es que el gasto en investigación y desarrollo (I+D) en esta zona del mundo es ínfimo, y no supera el 0,5% del PIB en los países, con la excepción de Brasil, que invierte alrededor del 1,2% de su producto (2013), según datos de CEPAL.
Además, la participación regional en el total mundial de personal dedicado a la I+D es de alrededor del 4%, según cifras de 2012. En 2010, los países latinoamericanos tenían en promedio 520 investigadores equivalentes a jornada completa por millón de habitantes, lo que contrasta con la situación de los países industrializados, que tienen entre 2.000 y 8.000.
Esta falencia, señaló el organismo, se debe a los sistemas educativos y a la débil demanda de capacidades científicas. Los sistemas escolares de la región no producen resultados con la calidad que obtienen los países más desarrollados, lo que se suma, en algunos casos, a bajas tasas de cobertura escolar».
con información de la CEPAL
jcrh