ESPAÑA.- Julen Lopetegui tuvo un inicio de ensueño al frente de la selección de España, con una goliza de 8-0 ante el combinado de Liechtenstein, en juego de las eliminatorias europeas rumbo al Mundial Rusia 2018.
Si bien el rival en turno fue extremadamente débil, mucho ayudó en el trámite del juego, el tempranero gol de Diego Costa, quien no marcaba con la Roja desde hace dos años, dio el toque de ataque, en un verdadero festival de goles.
Liechtenstein no sorprendió con un planteo mezquino y aburrido, que mantuvo incluso tras encajar el primer gol, pero a balón parado España acabó con su cerrojo. Al promediar el primer tiempo, España sin embargo presentaba ciertas disfunciones en su juego. El no entrar por las bandas era uno de ellos, y eso dificultaba el ataque de los hombres de Lopetegui.
La Roja pudo haber marcado al menos dos goles más durante el primer tiempo. A los 41 nadie pudo creer lo que falló Costa. En una jugada ensayada con un balón a la frontal para Koke, éste remató al aire, consiguió impactar en segunda instancia, el balón se estrelló después en la defensa del Liechtenstein en el área pequeña y el rechace finalmente lo remató Busquets, con la mala fortuna de que su compañero Vitolo lo sacó sin querer de la línea de gol.
Antes de finalizar el primer tiempo, Lopetegui anticipó que quería probar cambios estratégicos para el segundo y mandó a calentar a varios jugadores ( Mata y Nolito entre ellos). El balance del primer tiempo fue el de un triunfo apenas discreto. El dominio y la posesión del balón de España fueron totales, pero las ocasiones claras de gol no abundaron.
Nolito entró por Thiago para el segundo tiempo, con una España que dio señales de que iba ir a por todas. La Roja sabía que la diferencia de goles era muy importante en este grupo. A los 46 minutos un gran desborde de Vitolo (que hoy fue uno de los mejores) dejó a Silva delante del portero Jehle. Amagó con el disparo y mandó al portero al suelo, pero se entretuvo y el meta se rehizo para sacarle finalmente el balón.
Pero los espectadores aún se estaban acomodando en sus asientos cuando llegó el cuarto gol. Lo merecía Vitolo, que definió con clase. España a esa altura ya vapuleaba a un desconcertado Liechtenstein. El rival temía un infierno. La peor goleada que había sufrido contra España era un 0-6, pero esta vez incluso podía ser más abultada. Y las peores sospechas se consumaron.
El primer tramo del segundo tiempo sí que trajo buenas sensaciones para la Roja, como anuncio de lo que vendría posteriormente. Con Lopetegui, la selección recuperó el toque y la velocidad, y todo fue un vendaval de pases, precisión y goles. Así llegó el quinto: Diego Costa remató y en el rechace del portero, de cabeza, marcó el segundo gol de su cuenta personal. A los 68 minutos fue reemplazado por Álvaro Morata y se retiró ovacionado en León.
El público también aplaudió eufórico a Vitolo, que se fue reemplazado por Asensio. Y Morata, precisamente, fue el gran protagonista del tramo final del partido. A los 81, y a los 83 marcó dos golazos de su marca registrada.