BUENOS AIRES, ARGENTINA.- Acordes de bandoneón, zapatos de filoso tacón, vestidos escotados bordados con lentejuela y elegantes trajes masculinos invaden las calles de Buenos Aires, la capital argentina, para celebrar el Festival y Mundial de Tango.
Una vez al año, Buenos Aires se consolida como la capital mundial del tango, un género que atrae a miles de turistas que vienen a competir por el trofeo, a aprender a bailar en las milongas o simplemente a disfrutar de los recitales.
El evento se amplía cada vez más y en esta edición ofrece 42 sedes con exposiciones, conciertos, milongas callejeras, clases y charlas con leyendas tangueras.
La Usina, un centro cultural enclavado en el popular barrio de La Boca, es el centro de un evento en el que, desde la semana pasada, centenares de parejas argentinas, europeas, asiáticas y americanas intentan llegar a las finales.
Bajo la mirada atenta de un jurado, los concursantes participan por el trofeo “Tango de salón”, ese que se baila apretadito, con sensualidad, en el que la mujer cierra los ojos para dejarse llevar en el recorrido de una ronda en la que son seguidos por otras parejas.
Luego está el “Tango escenario”, el destinado a los bailarines profesionales que privilegian piruetas, acrobacias y complejos pasos para deleite del público.
Uno de los atractivos son las charlas abiertas con figuras legendarias, como María Nieves, una de las bailarinas más importantes de la historia del tango que acumula más de 60 años en los escenarios de todo el mundo.
Con su carisma intacto, la experta conquistó a las centenares de personas que se aglutinaron a su alrededor en uno de los espacios de La Usina para escuchar sus lecciones y sus anécdotas con Aníbal Troilo o Astor Piazzolla.
También está la feria de productos, en donde locales especializados ofrecen a las mujeres vistosos zapatos de tacón aguja hechos a mano, al igual que el elegante calzado masculino o vestidos con aberturas en las piernas para facilitar los libres movimientos.
En La Usina se puede visitar, además, la exposición “Horacio Ferrer, poeta y duende”, un homenaje a uno de los compositores que marcó el género con inolvidables letras y acordes.
“Tango es algo que la noche va silbando y no está en ningún repertorio”, se puede leer en una de las paredes, en una de las poéticas definiciones del género que el maestro dejó como herencia.
El Festival y Mundial culminará la semana próxima con las finales en las categorías principales y el concierto “María de Buenos Aires” en el Teatro Colón.