MADRID,- De acuerdo a un informe publicado por Unicef descubre que debido a la violencia de Boko Haram ha forzado el desplazamiento de 1.4 millones de niños y ha dejado al menos a un millón atrapado y sin recursos en zonas de difícil acceso en la región del lago Chad.
«La crisis del lago Chad es una crisis que afecta a la infancia y debería ocupar un lugar prioritario en la Agenda Global de Migraciones», declaró Manuel Fontaine, director regional de Unicef para África Occidental y Central. «Las necesidades humanitarias están superando la respuesta, sobre todo ahora que se puede acceder a áreas del noroeste de Nigeria previamente inaccesibles».
El informe ‘Children on the move, children left behind’ examina el impacto de la insurgencia de Boko Haram sobre los niños en Nigeria, Camerún, Chad y Níger y su efecto devastador para la infancia.
El estudio señala que además de los 2,6 millones de personas desplazadas en la actualidad, se teme que otros 2,2 millones de personas – más de la mitad de ellos, niños- estén atrapados en zonas bajo el control de Boko Haram y necesiten ayuda humanitaria.
Además precisa que 38 niños han sido utilizados para llevar a cabo ataques suicidas en la cuenca del lago Chad en lo que va de año, elevando a 86 el número total de niños forzados con el mismo fin desde 2014.
Calcula el informe que unos 475.000 niños en toda la región del lago Chad sufren desnutrición aguda grave este año, frente a los 175.000 que ya la sufrían a principios del año. En el noreste de Nigeria, se calcula que 20.000 niños han sido separados de sus familias.
«Las comunidades locales están compartiendo lo poco que tienen para ayudar a quienes más lo necesitan en un acto de humanidad que se replica en miles de hogares a lo largo de las zonas afectadas por el conflicto», dijo Fontaine.
Unicef explicó que en lo que va de año, cerca de 170.000 niños recibieron apoyo psicosocial, casi 100.000 recibieron tratamiento contra la desnutrición aguda grave y más de 100.000 han participado en los programas escolares, pero recuerda que solo ha recibido el 13% de los 308 millones de dólares (273 millones de euros) que necesita para prestar asistencia a las familias afectadas por la violencia de Boko Haram en Nigeria, Níger, Chad y Camerún.
Por esto, hace un llamamiento a la comunidad de donantes para intensificar su apoyo a las comunidades afectadas.
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