
CIUDAD DE MÉXICO.- 22 años después de que el Canal Once del Instituto Politécnico Nacional (IPN), emitiera por vez primera «El Mundo de Beakman», Paul Zaloom, encargado de dicha serie regresó a la institución.
Su visita esta vez, fue con motivo de la XXXV Feria Internacional del Libro del IPN, en la que presentará este viernes su espectáculo.
En conferencia de prensa, que se convirtió en una charla entre amigos, Beakman comentó que a pesar de los años sigue sorprendido por lo popular que es su show en México y Brasil, debido principalmente a que sabe explicar de manera sencilla y divertida temas complicados sobre ciencia.
Aunque su programa fue popular en Estados Unidos, en México su público fue apabullante: padres, educadores, y principalmente niños que ahora rondan los 25 años.
Parte del éxito del personaje científico fue siempre estar muy cercano al público, hablar a la cámara y mirar cara cara a los niños, a través del monitor, opinó.
Paul Zaloom reflexionó que los niños hicieron de Beakman su amigo y gracias a ello se logró una conexión emocional. Sin embargo, aún no encuentra respuesta a la pasión que despertó entre mexicanos y brasileños.
En ese contexto, confesó que lo que más admira de Beakman y lo más importante de la relación entre actor y personaje es hacer reír a la gente. “Las cosas no tienen ningún éxito si no se provoca felicidad y una sonrisa a las personas, porque así se vuelven perceptivas y abiertas”, dijo.
“Para mí es muy difícil diferenciar la línea que me divide de Beakman, hay momentos en que yo mismo no me reconozco, a veces en Nueva York estoy hablando de una manera extraña, como mi personaje, eso me pasó cuando hice los promocionales para venir a México, en ocasiones mi voz era como de los Sopranos y no de Beakman, es muy difícil identificar esa línea”, agregó en un comunicado.
Por otro lado, a pesar de la fama del show, Zaloom comentó que por cuestiones de derechos de autor no es posible continuar el programa en televisión, Youtube u otra plataforma digital, únicamente con espectáculos en vivo.
El actor neoyorkino, que empezó su carrera como titiritero, hizo ver la importancia de conocer el mundo que nos rodea, de ahí el propósito de enseñar ciencia.
Por ejemplo, en el show podía explicar la teoría de la relatividad en sólo seis minutos. Explicar cosas complicadas y hacerlas simples y divertidas fue el mensaje que quiso comunicar a través del programa, “si Beakman lo explica incluso los niños lo entenderán”, recalcó.
con información de Notimex
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