MÉXICO.- De acuerdo con el informe «Áreas de influencia de las organizaciones criminales en México», llevado a cabo por la DEA de Estados Unidos, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), creció como ningún otro en el último año, y su red de expansión acelerada fue gracias a una alianza con el cártel del narcotráfico comandado por la familia Arellano Félix.

En el 2014, esta organización no tenía control del tráfico de droga en ningún lugar de México.

En el año 2015 ya estaba en domino de nueve estados: Jalisco, Michoacán, Nayarit, Guanajuato, San Luis Potosí, Oaxaca, Chiapas, Baja California Sur y la llamada «perla» de la droga por su ubicación estratégica, Baja California.

Y es precisamente en Baja California donde comenzó una guerra contra el Cártel de Sinaloa por el control del territorio, debido a que este estado se considera como clave para traficar droga a Estados Unidos. Parte de su crecimiento tan rápido, se debe a una alianza que llevó con la familia Arellano Félix, quienes desde la década de los 90 han sido los amos del noroeste de México.

San Ysidro, Riverside, Sacramento y San Francisco, en California, Reno en Nevada y Seattle en el estado de Washington, son los puntos de distribución a los que tenía acceso el «Cártel Jalisco», desplazando a los sinaloenses que tenían la hegemonía.

En Baja California, los enfrentamientos entre el Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa ha dejado como saldo hasta el mes de junio 503 homicidios. En los últimos cinco años no se había registrado en el estado fronterizo un número tan elevado.

jcrh