
MÉXICO.- La jerarquía católica mexicana anunció la celebración de marchas a nivel nacional el 10 de septiembre próximo para defender el «matrimonio natural» en rechazo a una iniciativa presidencial para plasmar en la Constitución las uniones civiles entre personas del mismo sexo.
La Conferencia del Episcopado Mexicano invitó a las arquidiócesis a respaldar, desde las parroquias, estas movilizaciones en cada uno de los 31 estados y el 24 de septiembre está previsto un acto similar en la capital mexicana.
En un comunicado, la entidad respaldó la coalición de grupos que constituyeron el llamado Frente Nacional por la Familia, que fueron las primeras en organizar y convocando a estas concentraciones masivas junto con el obispo de Veracruz Luis Felipe Gallardo.
Con estas expresiones públicas la derecha conservadora ligada a la Iglesia pretende «mostrar el músculo» y expresar su ira por las propuestas del gobierno del presidente Enrique Peña en materia social, que ha también propuesto reformar el Código Civil para que las parejas homosexuales puedan adoptar.
Otra acción que ha irritado a la jerarquía católica es la promoción de la educación sexual en las escuelas de educación elemental a través de nuevos contenidos en los libros de texto.
«El futuro de la humanidad se fragua en el matrimonio y la familia natural es la formada por una pareja heterosexual», señaló el recién constituido Frente Nacional por la Familia (FNF). «La irrupción de la mentalidad de ideología de género se mueve con una bandera de aceptación, al promover el valor de la diversidad y la no discriminación, pero niega la reciprocidad natural de hombre y mujer», argumentó el cardenal de Guadalajara José Francisco Robles, presidente de la Conferencia. Otro cardenal, el controvertido arzobispo primado de México, Norberto Rivera, proclamo que los fieles no deben reconocer el matrimonio entre parejas del mismo sexo, ni siquiera «por moda».
Robles dijo que la Iglesia en México, uno de los baluartes del catolicismo mundial, «respalda y anima «la coalición de grupos que se ha constituido en torno al FNF y que convoca a las movilizaciones».
El presidente Peña Nieto, envió la iniciativa el 17 de mayo pasado, pero hasta ahora el Congreso se ha abstenido de aprobarla, a pesar de que el mandatario cuenta con una mayoría suficiente formada por su propio Partido, el Revolucionario Institucional (PRI) y de sus aliados del Partido Verde y Nueva Alianza.
Sin embargo, según los expertos, la propuesta aparentemente podría mantenerse «congelada» porque existe también una gran resistencia entre los propios legisladores oficialistas sobre la conveniencia de sacarla adelante, en especial por temor a que cobre una cara factura en las próximas elecciones presidenciales del 2018.
El propio PRI se ha abstenido de salir a la palestra pública a defender la iniciativa de Peña y ha mantenido una actitud de discreto silencio que evidencia la discrepancias de muchos de sus dirigentes sobre el tema, ante el temor de perder el respaldo entre el electorado católico.
La única excepción ha sido Rosario Robles, ministra de Desarrollo Agrario, y ex dirigente del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) que ayer mismo salió en defensa de la iniciativa de los matrimonios igualitarios, a través de un video.
Robles llamó a los mexicanos «a sumarse a esta iniciativa de vanguardia que habla de un México moderno que reconoce todos los derechos y que parte de un principio: que la patria es de iguales». Además, ayer ratificó esta postura al encabezar la entrega de una casa a una pareja del mismo sexo.
jcrh