El Barrio de Xanenetla es uno de los fundacionales de la ciudad de Puebla, sitio de donde salieron muchas manos que construyeron esta capital, pues en esta zona se contaba con xalnene, es decir, una piedra o barro característico de la comunidad.
Este barrio tiene una traza distinta a la ciudad de Puebla, pese a también encontrarse en el primer cuadro de la ciudad; mientras que el Centro Histórico de Puebla parece haber sido trazado por ángeles, en Xanenetla los caminos son estrechos, con vericuetos, y algunos sólo conducen a callejones y privadas.
El barrio de Xanenetla nació en el año 1551 y se encuentra entre la Calzada de Loreto y Guadalupe y el Boulevard 5 de Mayo.
Por mucho tiempo las autoridades municipales y los propios vecinos abandonaron las calles empedradas de este barrio, hasta su hermosa fuente de piedra que se encuentra en la Plazuela de Texcoco, lo que orilló a considerar esta comunidad como “un barrio bravo”.
“Por muchos años este barrio había sido olvidado y no se le puso atención, había una narrativa como un barrio bravo, con inseguridad, hierba crecida y fauna nociva, pero una vez que emprendimos el proyecto Ciudad Mural, todo cambió y hoy es un punto turístico”, refirió Tomás Darío Pérez Vega, director del Colectivo Tomate.
Esta organización llegó a Xanenetla en el 2009, tocando puertas y platicando con los vecinos para invitarlos a participar en este proyecto con el objetivo de involucrarlos en la participación ciudadana para cuidar su entorno y a convertirse en agentes de cambio.
Tras una serie de reuniones, poco a poco se sumaron más personas, de tal manera que en la primera etapa, con el apoyo de artistas locales lograron plasmar 15 murales. La primera casa que pintaron fue la del señor Arturo, un vecino que vive junto a la iglesia del barrio.
En aquel entonces, para hacerse de recursos se llevó a cabo una kermés en la que se hacía una vendimia mientras los artistas pintaban el mural, el cual una vez concluido permitió que más vecinos se sumaran a la iniciativa.
Los temas que se abordan en los murales hablan sobre la paz, la convivencia, la no violencia, para resaltar la identidad y qué es lo que les gustaría a los vecinos transmitir a las nuevas generaciones.
Por ello, los poblanos y turistas pueden admirar diversos colores y formas en estos murales, figuras geométricas, rostros de los lugareños, manos de una virgen con su rosario, la traza de la ciudad de Puebla, el juego del avión en la pared de la escuela, insectos y flores.
También se muestran niños jugando, mensajes sociales como la lucha por el salario entre empresarios y obreros, los pies descalzos, gallos de pelea, mosaicos de talavera, incluso retratos de personas que ya partieron de este mundo pero que sus familiares aún los recuerdan y los honran con un mural.
“En Xanenetla no hay murales que tengan que ver con gente golpeada, armas, o historias que no te van a transmitir una construcción hacia la paz. Nos han tocado historias duras de las personas, pero detonamos más qué es lo bueno que les dejó esa experiencia”, relató Tomás Darío en entrevista con Notimex.
Pérez Vega resaltó que en una segunda etapa se pintaron más fachadas con el apoyo de artistas mexicanos localizados en diversos países que hicieron su aporte en Puebla, mientras que en la tercera etapa se contó con la participación de artistas de Monterrey, Zacatecas, Chiapas, Oaxaca, Ciudad de México, Estado de México, Veracruz y Tlaxcala.
Los poblanos y turistas en su arribo a Xanenetla pueden admirar un total de 78 murales y disfrutar de la tranquilidad de este barrio, pues gracias a esta intervención, el Ayuntamiento de Puebla hizo su aporte y llevó a cabo obras como cableado subterráneo, embellecimiento y mantenimiento de la fuente de Texcoco y mejoró los servicios públicos.
Los vecinos a través de los proyectos también han logrado comunicarse, establecer una estrategia para estar alerta y apoyarse en caso de actos vandálicos, también han logrado instalar una sala de lectura que sirva a los jóvenes como espacio para la recreación.
Además de pintar los murales, el colectivo de manera constante también imparte talleres de comunicación no violenta, de participación ciudadana, y asesorías para que ellas y ellos puedan crear proyectos que beneficien a sus comunidades.
El proyecto de Ciudad Mural no sólo está presente en Puebla capital, ya que los integrantes del Colectivo Tomate han tenido presencia en el municipio de Xicotepec, en la Sierra Norte del estado, en la colonia Hércules de la ciudad de Querétaro, y en la colonia América de la Ciudad de México.
Tomás Darío adelantó que para el Colectivo Tomate ahora sigue un nuevo proyecto denominado “Mayúscula”, el cual busca contar narrativas, historias fundacionales y leyendas de las ciudades en gran formato.
El objetivo de “Mayúscula” es fortalecer la identidad de la ciudad a través de las historias y mitos fundacionales. Un proyecto que iniciará en agosto próximo en los edificios grandes de la ciudad de Puebla.
“En el colectivo Tomate todos somos originarios de Puebla, que nos consideramos agentes de cambio, personas que nos gusta inspirar conversaciones que lleven a la acción, y es así como surgió el proyecto de Ciudad Mural, que tiene una mezcla de varias ideologías y metodologías”, expuso el joven con maestría en Estudios de Paz y Transformación de Conflictos en Austria.
aegm.
Notimex