RÍO DE JANEIRO, BRASIL.- En las pruebas de ciclismo, no habrá rival más temido que el equipo británico. En Londres 2012, Gran Bretaña logró casi la mitad de los títulos (8 oros de 18 totales).

Todas las miradas estarán puestas en Christopher Froome, flamante ganador de su tercer Tour de Francia hace unos días con una superioridad insultante. Nadie pudo con él en la Grande Boucle, así de dominante fue su demostración.

Y es que junto a Froome, la escuadra británica pondrá en liza al veterano Bradley Wiggins, vencedor del Tour 2012 y oro en la contrarreloj en Londres, y a Mark Cavendish, uno de los ciclistas más veloces del pelotón, un especialista al sprint con el Mundial de Ruta en 2011 y 30 etapas del Tour en su palmarés.

Si bien fuera de las pistas todo luce excelente y atractivo, dentro de ellas, la historia es otra. Y es que los preparativos para los escenarios ha sido un verdadero dolor de cabeza tanto para el comité brasileño como para el Comité Olímpico Internacional (COI).

El Velódromo Olímpico, fue entregado a 40 días para el comienzo de los Juegos aún sin terminar, concentrando el grueso de las preocupaciones, entre el alarmante retraso y un litigio judicial, con detalles todavía por pulir.

Se espera que para el estreno, el 11 de agosto (hasta el 16), esté totalmente listo y la madera de la pista, traída desde Siberia sea testigo de algunas de las pruebas más espectaculares de la cita veraniega.

jcrh