MÉXICO.- Desde el 2006 a la fecha, un total de 79 alcaldes en funciones y electos, así como exediles, han perdido la vida víctimas de la violencia. El más reciente, en agregarse a esta lista es Ambrosio Soto, alcalde del municipio de Pungarabato, en Guerrero, fue asesinado por hombres armados cuando se encontraba en una localidad de Michoacán.

En varias ocasiones, había denunciado amenazas por parte del crimen organizado.

Según cifras presentadas por la Asociación Nacional de Alcaldes (ANAC), la mayoría de los funcionarios caídos, pertenecían al PRI, pero también hay del PAN, PRD y PT.

Algunos de ellos trabajaban en municipios dominados por el crimen organizado, como es el caso de Miguel Alemán, en Tamaulipas; Tanhuato, Michoacán; Temixco, Morelos, y Tlatlaya, Estado de México, mientras otros se encontraban en sitios pequeños y alejados de las grandes urbes.

De acuerdo con este estudio, de los funcionarios muertos, 40 estaban en funciones, siete eran electos y 32 eran ex presidentes municipales.

Por este motivo, la Asociación Nacional de Alcaldes (ANAC) solicitó este lunes a la Secretaría de Gobernación, un protocolo de protección para este tipo servidores.

Entre algunas de las recomendaciones que presentó a la Segob, figura la necesidad de incluir indicadores como amenazas, homicidios previos cercanos, regiones con delincuencia organizada y delitos de alto impacto, para determinar el grado de protección que requieran los alcaldes.

De igual forma destacó que los estados que significan mayor riesgo para los alcaldes son: Durango, Michoacán, Oaxaca y Veracruz. Seguidos por Chihuahua, Estado de México, Guerrero, Nuevo León, Tabasco y Tamaulipas.

Finalmente y de acuerdo a la Asociación Nacional de Alcaldes (ANAC), Pungarabato está ubicado en la región de Tierra Caliente, que engloba municipios de Guerrero y Michoacán y es una zona controlada por Los Caballeros Templarios donde se cultiva amapola.

jcrh