MÉXICO.-La idea del candidato republicano Donald Trump, de crear un muro fronterizo entre México y Estados Unidos, no es nueva. De hecho data de aproximadamente un siglo, tiempo en el cual se levantaron diferentes tramos con metas tales como detener a la inmigración indeseada, el narcotráfico, los contrabandistas de alcohol en la era de la Prohibición, e incluso ganado errante.
A lo largo de este tiempo, de acuerdo con los historiadores de ambos lados de la frontera, los resultados han sido mixtos, debido a políticas y tecnologías cambiantes, así como presiones para desviar la atención de las fuerzas del orden hacia otra parte.
De acuerdo con Lytle Hernandez, profesora de historia en la Universidad de California en Los Ángeles y autora de «Migra!: A History of the U.S. Border Patrol». («¡La Migra!: Una historia de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos»), la primera encarnación de este muro, tuvo lugar durante la Primera Guerra Mundial.
Irónicamente, en ese entonces no había restricciones a la migración mexicana porque los granjeros estadounidenses querían un flujo permanente de trabajadores agrícolas. El principal objetivo de los vigilantes de Estados Unidos, se centraba en los nmigrantes chinos que trataban de cruzar sin permiso.
El ingreso a Estados Unidos se tornó más restringido en momentos en que el país luchaba para recuperarse de la Gran Depresión. Una década después, el Monumento Nacional del Cactus de Tubo de Órgano, en Arizona, y otros parques nacionales a lo largo de la frontera pidieron cercos para evitar que las reses y otros ganados mexicanos efectuaran un pastoreo excesivo en zonas protegidas.
La solicitud para un muro cobró nueva vida bajo el presidente Richard Nixon, con la Operación Interceptar, un proyecto para detener el flujo de drogas ilegales provenientes de México. Luego, cuando el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica afectó negativamente la economía agrícola en México en la década de 1990, millones de inmigrantes vinieron a Estados Unidos sin autorización, lo que derivó en una expansión de los cercos en zonas urbanas como San Diego y El Paso. Eso obligó a muchos inmigrantes a intentar peligrosos cruces por el desierto hacia el interior de Arizona.
Después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, el presidente George W. Bush promulgó la Ley de Cercos Seguros del 2006, en la que se autorizaba la construcción de casi 1.400 kilómetros (850 millas) de cercas fronterizas.
En el 2011, el presidente Barack Obama dijo que el cerco a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos estaba «prácticamente terminado», una afirmación que muchos críticos rechazaron.
En la actualidad, el muro fronterizo que existe entre ambas naciones, va desde el océano Pacífico hasta el río Bravo. Los diferentes sectores han sido usados como red para jugar voleibol desde ambos lados de la frontera y para realizar concursos de poesía conocidos como slams. Algunos sacerdotes ofician misa y dan la comunión a través de las cercas. En ocasiones los turistas se salen del camino para ir a los lugares donde los muros terminan y se toman fotografías a ambos lados de la frontera.
jcrh