CIUDAD DE MÉXICO,- El tema de moda es corrupción -cuando se halla en el caldero, forma y manera de hacerla una realidad-, pero es quizá una fórmula que consiste en cometer un abuso, sea de funciones o de medios para sacar provecho económico o de otra índole -ventaja ilegítima-, es así como el término se maneja en la política.
Y luego vienen las frases aderezadas «me encargaré de perseguir la corrupción para que nop haya ningún escándalo en mi gobierno». En estos momentos, tal y como conocemos a través de los diversos medios de comunicación mundiales, se han producido numerosos casos de corrupción política. Esto viene a demostrar no sólo la impunidad con la que pueden actuar los distintos dirigentes sino también la necesidad del endurecimiento de las leyes para estas situaciones y de una reforma política generalizada.
Los mexicanos entonces asocian la corrupción con los políticos, el gobierno, la policía y los servidores públicos, sin embargo cuando se trata de solventar algún aspecto legal y para obviar trámites, se recurre al ingenio y lo llamamos soborno, del cual se jacta porque en el menor tiempo, consiguió cumplir su propósito. Esto es, se percibe la corrupción de manera distinta cuando se trata de actos propios o ajenos.
Nueve de cada diez encuestados -según encuesta-, dijo no haber participado en acciones corruptas. En contraste, el mismo porcentaje percibe como una acción astuta, de ingenio o de audacia, el sobornar a empleados para pasar la verificación, poner un diablito para pagar menos luz o contratar a un familiar sin las cualidades necesarias para un puesto.
Como medida para combatir la corrupción en el país la propuesta más mencionada fue la educación de los niños y jóvenes para prevenir este tipo de faltas seguida de sanciones duras para políticos y gobernantes corruptos.
Para el 24 por ciento de los encuestados el gobierno es el principal responsable de la lucha contra la corrupción, mientras que el 20 por ciento consideró que le corresponde a los ciudadanos y un 14 por ciento dijo que es responsabilidad del presidente de la República.
Según el estudio los mexicanos ubican a la corrupción como el cuarto problema más preocupante en el país con un 8 por ciento de menciones. En primer lugar se ubicó la inseguridad seguido de la economía y la delincuencia común.
Finalmente el 14 por ciento de los participantes relaciona la corrupción con la economía y más del 50 por ciento cree que su situación financiera ha empeorado respecto al año anterior y el mismo porcentaje opina que en el siguiente se verá más deteriorada.
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