MÉXICO.- Rubén Rebolledo, vocero de la organización Red Familia, se declaró «alarmado» por los contenidos que la Secretaría de Educación Pública incluyó desde nivel preescolar en materia de «educación de género» y rechazó la orientación sexual que reciben los niños en las escuelas.

Por tal motivo, diversas organizaciones conservadoras, han llevado a cabo el despliegue de una intensa cruzada, con el fin de exigir el retiro de contenidos sobre sexualidad en los libros de texto que entrega de manera gratuita el gobierno en México.

Las entidades de derecha, algunas ligadas a la Iglesia católica, están de hecho en pie de guerra contra la «agenda social» del gobierno que incluye una propuesta para elevar a rango constitucional el «matrimonio igualitario» y otra para permitir la adopción de niños por parejas gays.

«Una cosa es educar en el respeto y la no discriminación hacia las minorías, y otra muy distinta es fomentar el homosexualismo, el lesbianismo y el transexualismo en los salones de clase, que es lo que realmente está haciendo Aurelio Nuño con su mal llamada reforma educativa», señaló Rubén Rebolledo.

Red Familia es una coalición que dice abarcar a más de 1.000 organizaciones de padres de familia en todo el país, y que se ha galvanizado en torno al reclamo de que los libros de texto fomenten la idea de una familia formada por «un hombre y una mujer» conforme a los dictados de la religión católica. «Como paso previo para modificar los libros de texto gratuitos, la ideología de género ya se empieza a impartir desde preescolar a través de los llamados ‘rincones de lectura'», afirmó en referencia a los libros complementarios entregados en las escuelas gratuitamente por las autoridades educativas.

«En estos ‘rincones de lectura’, que no son otra cosa más que las bibliotecas escolares, abundan los textos que hablan sobre matrimonios igualitarios, homosexualidad y transexualidad», señaló.

«Para colmo, estos temas ni siquiera se están impartiendo con moderación, sino de manera insistente y excesiva», se quejó el dirigente.

De acuerdo con el periódico Excélsior, el cual llevó a cabo una encuesta con padres de familia de esa alianza en torno las consecuencias que podría traer consigo esta «educación de género» y la mayoría de los padres respondieron que a los niños les puede «provocar confusión sobre su identidad sexual».

«Resulta perverso que a niños de 4 o 5 años, les estén metiendo estas ideas en la cabeza. A esa edad sus mentes son muy moldeables», señalaron los padres, según el sondeo.

El vocero de Red Familia dijo que la «estrategia» del gobierno es crear una «pinza educativa» entre los alumnos de preescolar y de primaria formada por los libros en materia de género y el adiestramiento de los docentes en una «pedagogía, diseñada por poderosos organismos internacionales y redes lésbico-gay».

En junio pasado, la Secretaría de Educación fue duramente criticada cuando entregó un manual de sexualidad para ser distribuido en las escuelas el próximo ciclo escolar, por lo que se vio obligado a aclarar que no estaba dirigido a menores de edad.

Sin embargo, organizaciones civiles como el Circuito de la Diversidad Sexual, señaló que el libro, que a su juicio contiene «información científica sobre la diversidad sexual», podría llegar a los estudiantes de las escuelas primarias de todo el país durante el próximo ciclo.

La finalidad es que «los pequeños tengan información sobre el tema y se genere una cultura de tolerancia y aceptación», dijo Adolfo Voorduin, dirigente de esta ONG.

Luis Miguel Rubín, del portal Catolic-net, consideró que el texto, titulado «La sexualidad de nuestros hijos», está imbuido por una idea «desligada de cualquier valor ético o moral». Detrás de la homosexualidad «existe un deseo narcisista y en ocasiones neurótico, por encontrar la propia identidad», afirmó.

«La educación en el carácter y la voluntad que se aprende a través del autocontrol, sólo es recomendada para aquellos jóvenes que tengan discapacidad mental», expuso. «No se menciona a la abstinencia como opción en la prevención de las infecciones» limitando «las posibilidades de entender la sexualidad de forma integral, real y humana», señaló.

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