ALMATY, KAZAJISTÁN. –  El Silk Way Rally, Rally Ruta de la Seda, tomó un breve receso en sus acciones al llegar a la ciudad de Almaty, la más poblada de Kazajistán, y otorgar a los competidores el tan ansiado día de descanso que la gran mayoría pedía a gritos. Tras seis largas jornadas de extenuante carrera y 4 824 kilómetros de recorrido a través de agrestes estepas, los casi 150 equipos (entre autos y camiones) aún en competencia utilizaron estas valiosas horas para reacondicionar sus unidades antes de entrar al inhóspito Desierto de Gobi en China.

Los pilotos y copilotos, por primera ocasión en una semana, pudieron dormir por lo menos ocho horas y tomar todas las terapias físicas que su anatomía necesitara.

Los mexicanos Pedro de Uriarte y Eduardo Vanzzini no fueron la excepción y de inmediato cruzaron el arco de llegada de Almaty se trasladaron a su hospedaje para tomar un merecido reposo. No obstante, muy temprano del viernes 15 fueron citados por su equipo en el área de servicio para tener un serie de reuniones con los ingenieros y mecánicos y así poder establecer el plan de trabajo para la rehabilitación inmediata de su camioneta Ford Cruiser con el 169 como número de competencia.

«Pocas veces nos hemos esforzado tanto como lo hicimos en estos seis días de competencia. Creo que ni siquiera cuando corrí el Dakar en África había sufrido tanto pero, para decirles la verdad, es un gusto haber llegado hasta aquí. Estamos compitiendo en contra de los mejores pilotos y copilotos del mundo en la especialidad y en contra de los equipos oficiales de mayor prestigio en el rally raid. Nosotros somos independientes y con un presupuesto muy pequeño seguimos en la pelea.

«En resumen, puedo comentar que en esta primer parte de la carrera hemos tenido días muy buenos y malos. Llegamos a estar en la posición doce de nuestra categoría y, posteriormente, caímos drásticamente a causa de un desperfecto mecánico que culminó en un incendio.

«Falta mucho camino por recorrer y aun no entramos al terreno al cual estamos acostumbrados. Hasta ahorita hemos corrido sobre estepas con barro profundo y tierra húmeda más al estilo del WRC. Para la segunda mitad cambiará todo el panorama pues la carrera se llevará a cabo a través del Desierto de Gobi y sus muy extenuantes temperaturas. Habrá grandes dunas, montes de arena muy suave y largas mesetas desérticas con fauna peligrosa… Quedan muchas sorpresas por delante y nosotros tenemos todo el ánimo para inclinarlas a nuestro favor», concluyó Pedro de Uriarte.

El Silk Way Rally retomará su actividad el sábado 16 con una larga ruta de 581 kilómetros que cubrirá la distancia entre Almaty y Bortala. Al ser los últimos kilómetros antes de entrar al Desierto de Gobi la geografía se torna complicada, llena de grava suelta y muchas rocas por lo que es muy probable que los competidores sufran ponchaduras y daños en la suspensión.

Los primeros 500 kilómetros serán de tránsito para dejar territorio de Kazajistan y llegar a la frontera con la República Popular de China. Una vez que los equipos cubran los trámites de ingreso a este país, se enfrentarán a 76 kilómetros de etapa cronometrada por las montañas Tian, el tercer sistema montañoso más grande del mundo (sólo detrás del Himalaya y Los Andes).

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