DETROIT, MICHIGAN,- Con el arribo de los robots que dejarían a millones de trabajadores sin empleo, por su parte los politicos resuelven el dilema de cómo redistribuir la riqueza en un mundo de ciencia ficción, las empresas se aplican en como aplicar los avances técnicos de forma cotidiana.
Es el caso de General Motors, que acaba de anunciar que convertirá a sus trabajadores en un híbrido entre máquina y ser humano, mediante la utilización de guantes robotizados que responden a las órdenes de la mano del empleado, pero que multiplican su precisión y su fortaleza en varios órdenes de magnitud.
Robonaut 2, que es como se llama el primer desarrollo conjunto de GM con la NASA, era una especie de humanoide destinado a realizar tareas peligrosas en el exterior de la Estación Espacial Internacional. Ahora, el conglomerado automovilístico norteamericano trabaja con la empresa sueca Bioservo para adaptar una de sus extremidades a las de un humano.
Por supuesto, no será necesario realizar ningún implante en el asalariado, que sólo deberá enfundar sus dedos en un guante que recuerda a los vistos en filmes como Ironman y que hace las veces de exoesqueleto.
Sus sensores de presión y sus servos se encargan de registrar cada movimiento de los dedos en el interior, y lo replican en el exterior. La ventaja de este desarrollo es que se puede coger con total delicadeza un huevo y no romperlo, pero también agarrar una herramienta con la fuerza de un robot.
Tal como informa wired, el nuevo dispositivo no sólo permitirá reducir la cantidad de accidentes laborales, sino que ayudará a mejorar la productividad de la fábrica sin que sea necesario -al menos de momento- sustituir la plantilla por humanoides.
eleconomista.es/r3