BALKHASH,- La quinta jornada del Silk Way Rally (Rally Ruta de la Seda) no resultó del todo satisfactoria para la tripulación mexicana, conformada por Pedro de Uriarte y Eduardo Vanzzini, ya que apenas al inicio de la etapa cronometrada sufrieron un desperfecto mecánico que, incluso, llego a incendiar su camioneta Ford Cruiser en la cual compiten. Con la obvia pérdida de tiempo durante la reparación, los nacionales pudieron retomar el camino y concluir la jornada pero muy castigados en las posiciones por su retraso.
Gracias al esfuerzo de ambos, al reparar la unidad en plena estepa y retomar la ruta pese a que los caminos ya estaban desechos por el paso de todo el contingente, la dupla azteca continúa en la pelea por un buen lugar en este singular rally que, por el momento, es liderado por Cyril Despres y el francés Sebastien Loeb, ocupantes del primer y segundo sitios, respectivamente.
«Creo que hoy nos levantamos con el pié izquierdo. Cuando arrancamos en Astaná, una ciudad grande y cosmopolita de Kazajistán, todo marchaba bien y parecía que íbamos a tener una muy buena jornada de carrera. Seguíamos muy motivados por la buena actuación del día anterior y hubiéramos apostado porque seguiríamos remontando posiciones. Sin embargo, cuando apenas llevábamos 20 kilómetros de recorrido (ya en tramo de velocidad) el turbo de nuestra camioneta comenzó a fallar y cuando aventó aceite al motor caliente éste prendió fuego de inmediato. Tardamos en apagar el incendio pero, afortunadamente, lo logramos y la unidad no sufrió daños de consideración.
«A la mitad de la estepa en donde nos encontrábamos tirados, de inmediato iniciamos con las reparaciones para aislar el turbo y poder regresar a la arrancada del día en donde ya nos esperaba nuestro servicio de auxilio para ayudarnos a poner otro turbo y reparar lo dañado del vehículo. Justo ahí, fue en donde nos informaron que, luego de abandonar el camino, tendríamos dos opciones a seguir según el reglamento de la carrera. La primera era abandonar la etapa y llegar a la siguiente ciudad por carretera asfaltada, lo cual era muy cómodo, pero nos haríamos acreedores a cien horas de penalización sobre nuestro tiempo. La segunda, era regresar a donde se incendió el auto y retomar la ruta de carrera únicamente que sin la ayuda total de los servicios de emergencia, es decir, por nuestra cuenta y sin la responsabilidad del comité organizador.
«Dado que nuestro vehículo quedó reparado al cien por ciento y que queremos seguir en la pelea por un buen sitio en las posiciones, tomamos la segunda opción y regresamos a la ruta de carrera conscientes de lo difícil que sería. Al haber perdido más de cuatro horas en la reparación del turbo todas las tripulaciones ya habían arrancado por delante y, por ende, nos encontramos con los caminos destrozados. El paso de más de ciento cincuenta autos y camiones dejan surcos, vados, baches y cualquier cantidad de desperfectos sobre la superficie. Eso fue nuestro principal obstáculo que sorteamos el día de hoy pero, afortunadamente, fuimos encontrando autos con desperfectos que nos motivaron a seguir pues ya no éramos los únicos en el trayecto.
Al final, logramos llegar al vivac (campamento) de Balkhash pero con seis horas de retraso. Lo importante es que estamos bien, que seguimos en la competencia y que aún faltan once días de carrera para podernos reponer. Seguimos muy motivados y creemos que al final cruzaremos el arco de llegada en buen sitio», concluyó Pedro de Uriarte.
Para mañana, sexto día de competencia del Silk Way Rally, el contingente afrontará una distancia de 855 kilómetros entre la ciudad minera de Balkhash y Almaty. Será la primer ocasión en que la caravana compita en desierto con grandes dunas y se espera que las altas temperaturas sean un factor decisivo en el rendimiento de los competidores. Al ser Almaty la ciudad más grande y poblada de Kazajistán (1 300 000 habitantes) , la pernocta será en hoteles .
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