ESTADOS UNIDOS.- La muerte de dos ciudadanos afroestadounidenses en Louisiana y en Minnesota causada por disparos de policías «no son episodios aislados», aseveró hoy el presidente estadounidense, Barack Obama.

Para el mandatario, se trata «de síntomas de amplios desafíos sobre nuestro sistema de justicia penal, de disparidades raciales, y de la consecuente falta de confianza que existe entre la policía y muchas comunidades en las cuales operan». Obama hizo esas declaraciones en su perfil de la red social Facebook.

Admitir que tenemos un problema serio -añadió- no contradice de ninguna manera nuestro respeto y aprecio por la gran mayoría de los agentes de policía que a diario arriesgan sus vidas para protegernos», aseveró.

El presidente volvió a expresar así su posición sobre la violencia racial que sacude y causa conmoción en su país.

El año pasado había admitido que «del racismo no estamos curados». «El legado de la esclavitud, (las leyes de segregación racial) Jim Crow y la discriminación en casi todas las instituciones de nuestras vidas proyectan una larga sombra», dijo en junio de 2015 Obama. «Eso sigue siendo parte de nuestro ADN», añadió en ese momento el presidente estadounidense.

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