DACA, BANGLADESH.- De acuerdo con losa autoridades de Bangladesh, los siete militantes que mataron 20 personas en un restaurante en Daca eran ciudadanos del país. Incluso, se había intentado previamente arrestar a cinco de ellos, toda vez que los investigadores probaron posibles vínculos con grupos internacionales de extremistas islámicos.

Los hombres armados irrumpieron en el restaurante de la zona diplomática a última hora del viernes antes de matar a los rehenes no musulmanes, incluido al menos a nueve italianos, siete japoneses y un americano.

El Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad, advirtiendo a los ciudadanos de los «países de las cruzadas» que sus compatriotas no estarían seguros «mientras la aviación está matando musulmanes», dijo el grupo en un comunicado.

También publicó fotos de cinco combatientes de los que dijo que estuvieron implicados en los atentados sonriendo delante de una bandera negra, según la web de vigilancia SITE.

Los reclamos de autoría no han podido ser confirmadas, pero el ministro de Interior de Bangladesh Asaduzzaman Khan dijo el sábado que ni el Estado Islámico ni Al Qaeda estuvieron involucrados y reiteró la línea de investigación del gobierno de que militantes locales fueron los responsables de la peor ola de homicidios en el país de los últimos 18 meses.

«Esto lo ha hecho el JMB», dijo Khan, refiriéndose a Jamaat-ul-Mujahideen Bangladesh, que reclama la representación del Estado Islámico en Bangladesh.

Ha trascendido que los militantes eran en su mayoría personas educadas y procedentes de familias ricas. Sea quien sea el responsable, el ataque ha marcado una importante escalada de la violencia de los militantes que han pedido que los islamistas gobiernen Bangladesh, cuyos 160 millones de habitantes son musulmanes.

Los anteriores ataques se habían centrado en individuos que reclamaban un estilo de vida secular, liberal o la defensa de las minorías religiosas.

jcrh