ALEMANIA.- La Agencia Espacial Europea (ESA) anunció este jueves en un comunicado la fecha del término de la misión Rosetta tras el cual -como ya lo hizo Philae el año pasado-, entrará en un sueño definitivo posada sobre la superficie del cometa, juntos para la eternidad.
La fecha seleccionada, es el 30 de septiembre y en ella se podrá fin a un viaje interplanetario de doce años.
El cometa 67P/Churiumov-Guerasimenko actualmente se aleja del Sol y seguirá haciéndolo en su órbita elíptica hasta unos 850 millones de kilómetros de distancia. A partir de los 600 millones de kilómetros, Rosetta, que le acompaña en su periplo, perderá la capacidad para almacenar la energía solar suficiente para seguir operando sus instrumentos de observación y transmisión de datos a la Tierra por ondas de radio.
El 12 de noviembre de 2014, Rosetta hizo aterrizar sobre el cometa su robot Philae, del tamaño aproximado de una lavadora y cargado con 11 instrumentos de observación. Sin embargo, ese aterrizaje resultó demasiado abrupto y Philae rebotó dos veces en la superficie, antes de quedar inmovilizado sobre el cuerpo celeste de forma irregular y unos 4 kilómetros de diámetro.
Este imprevisto, hizo que Philae quedase posado en una zona de relieve accidentado y escasa exposición a la luz solar. Tras extenuar sus baterías enviando a Rosetta el resultado de unas 60 horas de observaciones, el robot quedó «dormido».
En junio de 2015, volvió a despertar, pero desde hace casi un año, el 9 de julio, no volvió a dar señales de vida. En el caso de Rosetta, la aproximación se realizará a una velocidad dos veces menor que Philae, es decir, 50 centímetros por segundo.
Durante este último trayecto, se espera que Rosetta tomará imágenes de alta resolución en tiempo real y hará mediciones científicas «totalmente inéditas», de acuerdo con la ESA. Los científicos en la Tierra tendrán la oportunidad de recabar datos que sólo un encuentro cercano puede brindar.
Una vez en contacto con el superficie del cometa, cesarán las comunicaciones y las operaciones de Rosetta.
En agosto, se realizarán ajustes de la trayectoria de navegación de la sonda que órbita en torno al cometa. Todavía no se ha decidido en qué lugar de la superficie del cuerpo celeste aterrizará. Proyectada hace más de 20 años, la misión busca comprender mejor el Sistema Solar desde su nacimiento, ya que se considera que los cometas son vestigios de su materia primitiva.
jcrh