Sin duda la albahaca es más que hojas decorativas para un plato, se puede probar a la hora de comer pasta, alguna pizza o ensalada, se consigue un sabor intenso, ligeramente afrutado. La albahaca son pequeñas hojas verdes, de textura suave, ligeras y delgadas, pero algo onduladas, para que parezcan mullidas, para decorar platos es popular en la dieta mediterránea.
Es una planta muy aromática que suele recogerse en verano y que podemos consumir tanto seca, como fresca. Sus flores, se agrupan en espigas de seis y los pétalos, blancos y rosas, suelen ser muy llamativos y con un color precioso. Cada vez es más popular entre los mercados y muchos son los que se animan a venderla fresca.
Gracias a su vistoso color, se ha quedado en los platos de la cocina mediterránea, pero son sus propiedades las que harán que recorra el mundo entero. Porque tiene las siguientes propiedades:
Adaptogénicas
Antibacterianas
Antifúngicas
Antioxidantes
Antiinflamatorias
Anticoagulantes
Antivomitiva
Entre los beneficios es favorecer la digestión, evitando espasmos gástricos y protegiendo el estómago de heridas y hernias, ideal para las digestiones pesadas y también para estimular el apetito. Gracias a sus propiedades permite una mejor circulación por todo el cuerpo, corrigiendo el mal de altura. Ayuda a aportar más oxígeno y permite eliminar de manera más eficaz, las toxinas del cuerpo.
Ayuda a controlar las náuseas y los desórdenes en el estómago que hace que te sientas tan mal y tengas siempre fatiga. Con unas hojas de albahaca, se pueden controlar las ganas. Puede reforzar el sistema nervioso, tranquilizando, por supuesto, sus manifestaciones que suelen pasar al estómago.
Se puede crear ensaladas a base de mozzarella, rodajas de tomate maduro, un toque de sal pimienta y muchas hojas de albahaca. Puedes mezclarlo con otras verduras ligeras, como el apio, el pepino o los rábanos y experimentar con los sabores. Prueba a combinarlo con el queso de cabra, está de fábula.
Una manera sencilla y rápida de conseguir los beneficios de la albahaca, sin tener que recurrir a las hoja frescas, que aparte de que son un poco más caras, son más complicadas de conseguir. Con la albahaca en polvo, podrás condimentar platos tanto fríos como calientes y podrás darle un sabor concentrado de albahaca delicioso. Échalos sobre las pizzas o la pasta y lo convertirás en un vicio.
Si prefieres emplearlo de manera más sencilla, no cuando vayas a comer, sino cuando vas a empezar la digestión, prueba a tomarla en infusión. Puedes encontrarlos en muchos establecimientos y disfrutarla en tu casa con un poco de agua caliente. Gracias a la presencia el eugenol y el estragol, se convierte en un potente anti-mosquitos. Son olores penetrantes que estos insectos no pueden soportar.
Cuando tienes llagas en la boca o heridas o inflamaciones, además del mal aliento. Masticar hojas de albahaca ayuda enormemente a desinfectar la boca y a proporcionarle un aliento agradable. Si quieres fortalecer el cabello y protegerlo de su caída, haz una infusión de hojas secas de albahaca y aplícatelo como tónico en el cuero cabelludo. Haz fricciones y masajéalo para que penetre bien.
Depende de para qué quieres la albahaca, puedes comprarla en un sitio o en otro. Por supuesto, la más fácil de encontrar en la albahaca seca, porque está molida, desecada y se venden en frascos, como si fuera una especie. Podrás encontrarla en casi todos los supermercados y su color y su forma es muy semejante al orégano. También encontrarás en diferentes supermercados y herbolarias las infusiones de albahaca que son tan digestivas y el aceite de albahaca, que está delicioso..
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